¿Vale la pena?

451 32 4
                                    

CAPITULO 5
Levi
Luego de mucho tiempo cabalgando junto al prisionero, pensaba en lo mío con Hanji en que no podíamos amar estando en la legión, no creía que el soldado fuera culpable de nada, aquel chico de ojos verdes y cabello rubio un poco ondulado no había intentado huir, no había puesto resistencia alguna pero simplemente permanecía en silencio, me causaba curiosidad que pensaba en ese momento, quería saber que sucedió, pero no me anime a romper el silencio pues no lo conocía solo seguía ordenes de Erwin a quien siempre admire y respete, además en cierto modo él tenía razón. Notaba que el chico más joven que yo de vez en cuando me observaba hasta que él mismo decidió hablar...

- ¿Sabes el porqué de todo esto? –Observaba al capitán cabalgar, había notado que el pelinegro permanecía en silencio y con gran seriedad-

- Solo no te entregaras por completo a la humanidad… -Mantiene la mirada al frente, no quiere hacer contacto visual con el chico-

- Y… tu les crees? –Continua mirando al pelinegro mientras cabalga y nota que no responderá esa pregunta- No entiendo porque lo hacen, es decir no merecemos un juicio por esto, ¡estúpidas reglas! –Escupe al suelo-

- Tsk… -Voltea a ver al chico- ¿Un juicio? –Nunca pensó que lo llevaría a un juicio, solo pensó que lo cambiarían a la policía militar-

- Sí, si no hubiera convencido al comandante de que solo me trajeran a mí ambos estaríamos en esta situación –Levanta la mirada al cielo- No soportaría saber que ella estaría esos días en el calabozo conmigo.

- No es un buen lugar… –Suspira mientras el chico sigue hablando, tal vez le incomodo tanto silencio que decidió hablar, además ya pasaba del medio día-

- ¿Usted tiene a alguien? –Nota que el superior no contestará esta pregunta y ya que se mantuvo en silencio deduce que sí tiene a alguien- Sabe Capitán, yo antes de ella no tenía nada, todo lo que llegue a querer se fue, en la legión me sentía útil pues no tenía nada que perder llegue a creer que ya nada me importaría, era frío, no me encariñaba con nadie, no quería hacerlo… -Suspira, notaba que el capitán lo escuchaba atento pero sin hacer comentarios lo que le permitía continuar- Ella se acercó a mí, no sé como pero me quería con todos los defectos que tenía, recuerdo que no quería encariñarme pero no pude evitar amarla, fui correspondido, pero nunca creí que fuera tan difícil amar, es que este mundo te lo pone difícil –Mira al pelinegro mientras ambos se acercan al cuartel, el chico siempre fue muy observador y por más que el capitán quisiera mantener un rostro neutro se veía que estaba preocupado- Yo sé que me entiende, capitán, mi compromiso con la legión hubiera sido mayor si nos lo permitían… ¡ESTO ES INJUSTO!

- Ya bájate… -Suspira y su rostro seguía manteniendo seriedad pero en cierta manera aquel chico había hecho que  se preocupara un poco más-

Aquel rubio bajo del caballo y en cuanto sus pies tocaron el suelo fue tratado como un vil prisionero, el juicio sería en  3 o 4 días, esos días que pasaría en el calabozo, sentía preocupación por el soldado y solo imaginaba si hubieran venido los dos, sería una peor tortura, podía ponerse en el lugar del chico, los soldados superiores de la policía militar no eran muy amables con los de la legión, además conocía a los guardias del calabozo, eran unos desalmados, si es que la joven hubiera venido les hubiera encantado torturar a uno mientras el otro observa sin poder hacer nada… y probablemente sería eso lo que le esperaba a él y a Hanji si es que los descubrían.
Seguía viendo como aquel muchacho era llevado al calabozo pero al pasar junto a él le dijo al oído “Imagínese que la próxima vez que la vea puede ser la última” para que luego lo encerraran y el tuviera que partir de regreso y a toda velocidad-
El camino de regreso lo hizo solo y de vez en cuando hizo algunas paradas para descansar, todo el día cabalgando era cansador, sabía que iba a poder llegar a tiempo para la expedición, pero en ese momento no entendía el por qué sentía aquella necesidad de salir a esa expedición, nunca antes le había pasado, nunca le emocionaba tanto, si  es que se podía decir que eso era emoción, lo bueno era que ya estaba por llegar…

¿Es Fácil Amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora