Prólogo

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-Una vez más el rey nos ha sorprendido con una actuación fenomenal, sin duda alguna Viktor Nikiforov jamás dejará de sorprendernos- Comentaba el presentador del GPF y todo el público estallaba de emoción.

Un joven de 27 años cabello platinado salía de la pista de patinaje con gracia y esplendor, aún con los ojos cerrados.

- Vitya, vamos.- un beta, su entrenador se dirigia al Kiss and Cry para escuchar la puntuación de su pupilo.

-Si, ya va- respondió.

275 puntos, marcaba la puntuación de su programa libre. Haciendo que en ese momento el público estallara de emoción. El alfa había ganado nuevamente el oro, el ahora pentacampeón ruso, considerado la leyenda viviente del patinaje caminaba de regreso a la pista con sus compañeros de podio.

-Felicidades Viktor! Nuevamente estas arrasando - habló un alfa suizo.

-Gracias Chris, es un placer compartir contigo nuevamente las preseas.

-Sin duda alguna mi querido amigo, ahora posa para la cámara antes que te bombarden de nuevo por el mismo tema de siempre - Christipher Giacommeti, un alfa suizo, el mejor amigo de Viktor.

Los flahes no dejaban de disparar, las redes sociales se habian vuelto locas, uno de los alfa más codiciado del mundo esta haciendo historia sobre el hielo nuevamente. Preguntas y preguntas eran las armas que utilizaban contra el alfa de ojos azules, ¿Qué se siente ser el pentacampeón del mundo? ¿Qué hará al regresar a su país natal? ¿Señor Nikoforov, cuando encontrará a su omega ideal? ¿Cuándo estará celebrando Rusia el compromiso suyo con un omega de alta categoria?.
Si, ahí se encontraban las preguntas que a todos les importaba cuando iba a encontrar a un omega, mejor dicho a su omega. Todos estaban pendiente de la vida del ojiazul, pues ya contaba con 27 años y aún no esta ni comprometido y ni se le miraba salir con alguien.

Luego del bombardeo de preguntas el alfa, se retiró a su habitación de hotel para prepararse al gran banquete que organiza el GPF para sus patinadores luego de la competencia, por protocolo debía asistir a pesar de que no era de su agrado, ya que le hostigaban siempre las mismas cosas.

Paso la mayoria del banquete junto a su amigo el suizo, y su entrenador. Pocos eran los cercanos a la vida personal del peliplateado, toda la noche paso evitando a omegas que esparcian su olor para seducir al ruso, pero él no caía ante ninguno, betas se acercaban a él, con la finalidad de seducirlo, pero tampoco caía ante ellos.

-Deberias ciertamente comenzar a buscar pareja mi querido amigo.

-Lo hago, solamente mi destino no quiere aparecer por ningún lado, y eso que viajamos mucho- respondió el ruso.

-Mira la edad que tienes, en tu país ya esperan que estes compremetido y hasta casado, pero a todo esto y ¿tus padres que han dicho?

-Giacommeti, recuerda que ellos ya no estan, y no no te preocupes no me duele que los menciones, pero para ser sincero si por ellos fuera ya me hubiesen comprometido, pero no creo que me obligarian..-partió en risas amenas.

-Lo siento, por momentos olvido esos detalles, mi estimado amigo.

-Ahora soy yo el que pregunta ¿Dónde esta Masumi?

- Allá con mi entrenador, se supone que tendría que estar con los patrocinadores pero ya sabes que no soporto cualquier aroma.

-Rectifico mi pregunta Christopher... ¿lo haz marcado?

-No, aún no, hay que esperar el momento adecuado...

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En Japón, encontramos a un joven omega cabello azabache, entrenando arduamente, si bien el ballet era un deporte en extremo riguroso, combinarlo con el patinaje sobre hielo se hacía un reto, en especial por la inseguridad que por ratos mostraba el omega.

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