Desearía que el verano nunca se hubiera ido.
Desearía que el invierno nunca hubiera tomado el control de mi alma perdida.A veces me arrepiento mucho de haberte dejado esa noche.
Es doloroso recordar la ultima vez que vi tu rostro, entre nuestros gritos desesperados por saber quien tiene la razón.Quiero ir contigo, pero sé que dirías que soy un completo cobarde por querer rendirme a mitad del camino.
Recuerdo que ésta era tu estación del año favorita, siempre me pregunté porque. A la mayoría de las personas les molesta mucho salir de sus casas y encontrarse con la ciudad inundada de lluvia, pasar frías noches o tener que cargar con un largo abrigo. Pero ahora entiendo que tú eras de las pocas personas que encontraban la belleza en donde nadie volteaba a ver.
Así fue con nosotros, tu encontraste el amor en donde nadie volteaba a ver, en mí.
Y yo fui el más afortunado en tenerte, me mostraste que aún en la oscuridad puede existir la luz. Tu fuiste esa luz en mi vida.
Me enseñaste a vivir, a amar, a sonreír. Pasé muchos años contigo, más de los que podría contar y aún después de haberte ido sigues enseñándome mucho.
El amor que siento por ti es como el invierno, muchos dirían que es muy hermoso con solo mirarlo y de la misma forma otros podrían decir que es horrible, pero sólo los que se toman el tiempo de apreciarlo por completo sabrán que no se trata de lo hermoso o feo que es, sino de lo que puede significar.
Mi hogar está donde el verano muere
Una tierra invernal bajo los obscurecidos cielos.Daría lo que sea por una sonrisa tuya, solo una más.
[...]
—Vamos Gerard... No te saqué de tu casa solo para que vinieras a sentarte.
—Tengo mucho frío — le dije a mi amigo.
A veces era tan insistente.—¿Frío? ¿Cómo puede importarte algo como el frío en un lugar tan hermoso como éste?
El parque central de New York era su favorito, estaba completamente vacío, cubierto de nieve y el viento soplando fuertemente.
—Si no te mueves jamás entrarás en calor.
—Prefiero volver a mi casa.
No obtuve respuesta de su parte, en lugar de eso recibí una bola de nieve que impactó directamente en mi cara, no pasó mucho tiempo para que las risas de mi mejor amigo se dejaran oír.