Siglos atrás, incluso antes de la humanidad, fueron creados cuatro hermanos, cuatro ángeles, estos se hacían llamar los protectores, a cada uno se lo nombro rey de un elemento: aire, agua, tierra y fuego.
Reinaban sus mundos en paz, rodeados de criaturas mágicas, un día una de ellas nació con el poder de percibir el futuro, los cuatro hermanos la cuidaron a cambio de que esta criatura les dijera el futuro de sus acciones y decisiones. Durante un tiempo todo fue en orden, hasta un día, los hermanos fueron convocados por emergencia, la criatura les enseño una visión, una guerra. Dentro de ella vieron a los cuatros mundos destruirse, pero hubo algo que los impacto, había otro ángel, pero este era distinto...
A diferencia de los hermanos, este ángel podía controlar los cuatro elementos.
La criatura, astuta de lo que venía, vio a los hermanos tan cegados por la envidia, el poder y el odio que acusó al quinto ángel de empezar la guerra, conocedora del mal que había dentro de ellos, sabía que tomarían cualquier motivo para asesinarlo. Excitada por lo fácil que era manejar el destino les dijo donde se hallaba el quinto ángel, cuando los cuatro hermanos llegaron al lugar, se dieron una grata sorpresa, era solo un niño...
El pequeño nunca tuvo oportunidad en contra de los cuatro protectores, no lo dejaron defenderse. Lo único que llego a decir era que el quinto ángel volvería, pero esta vez, sí los salvaría...
Los cuatro hermanos regresaron a sus reinos llevándose una oscura sorpresa, todo era un caos, los cuatro mundos se destruían entre si, cuándo entraron al reino de fuego, sintieron un dolor sofocante naciendo desde lo más profundo de sus entrañas, sentían un fuego abrazador en la espalda.
Sus alas... sus hermosas alas.
Observaron con horror como se volvían cenizas y desaparecían en segundos. Llenos de terror, horror, confusión se adormecieron en lo incierto, no entendían.
Hasta que la escucharon...
Hasta que la vieron, la criatura se acercaba a ellos riendo, con la irá potenciada por el miedo le exigieron saber lo que sucedía, solo entones la criatura revelo su verdadera forma, dejando de ser una hermosamente mágica para volverse en un ser muy parecido a ellos, pero este era completamente negro, tenía garras, cuernos, rodeado de unas alas negras... y entendieron.
La envidia que ellos sentían entre reinos, la falta del poder absoluto, el mal que sentían desde muy dentro, la habían creado... Ellos habían fallado, confiando en un demonio de la aniquilación, matado a la única salvación que podía haber tenido sus mundos y como castigo habían perdido lo más valioso que tenían.
Los cuatro hermanos sabían que solo tenían una solución, matar a todo ser existente, no podían dejar que ninguna criatura más se infestará por el mal, nadie tenía salvación, lo más rápido que pudieron juntaron sus manos formando la silueta de una gema y explotaron todo su poder, la fusión de los elementos fue tan fuerte que forjaron una gema.
La gema de la divinidad.
Todas las criaturas que habían sido creadas por cada elemento se volvieron cenizas y se unieron a sus cuerpos. El poder que los cuatro ángeles irradiaban era tan potente que nadie pudo detener su destrucción, ni siquiera el demonio creados por estos se salvó, los hermanos se encargaron de volverlo cenizas junto con ellos.
No se sabe si la gema aún existe, o se volvió cenizas como todo a su alrededor, pero dice la leyenda que el quinto ángel esta cerca... cuando el mundo se llene de maldad, él llegará. Y la guerra tan esperada, estallará.
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Quinto Ángel
Fantasía¿Personas con el don de manejar los elementos naturales? Imposible. Permítanme reírme. ¿Pero y si...? La vida es curiosa, en todos los sentidos. Creemos en cosas que no vemos, y tenemos que ver para creer en otras. Yo no creía hasta que...