Capítulo 21

1K 103 14
                                    


Vul-ne-ra-bi-li-dad, repito una vez más esa palabra tratando vanamente de entenderla... sí, vulnerabilidad es lo que siento cada vez que estoy con ella, aunque no puedo negar que me gusta, no... Krystal Jung me encanta, solo que me siento torpe, no puedo dejar de pensar si estoy haciendo lo correcto... cada vez que nos despedimos y me roba besos me deja sin aliento, mi cuerpo flaquea incesante, deseando entrar en su piel, pero después... el miedo se hace presente invadiendo mis pensamientos, todavía no he descubierto cómo manejar lo que Krystal hace con mi ser, parece un huracán que me lleva por tantas emociones que luego... ¿cómo demonios se maneja algo así? —¿Se puede saber que te hizo el pobre lápiz? —Joy me devuelve a la realidad, cuando veo mis manos me doy cuenta que acabo de quebrar el lápiz que tenía intacto hace tan solo segundos atrás, me pongo de pie y lo boto a la cesta de la basura.

—Nada. —Vuelvo al sentarme con desgano, cruzo los brazos disgustada por no saber controlar mis emociones.

—Me vas a decir que tienes... digo, entras a mi oficina te sientas en el sofá y no dices nada, solo te quedas como en piloto automático. —Me habla haciendo ademanes exagerados con las manos, sé que está preocupada por mí, cualquiera lo estaría si se comportara como yo lo hago.

—Llevo saliendo un mes con Krystal. —Replico rápidamente con la vista fija al ventanal, la ciudad se ve hermosa desde aquí, ashhh ¿por qué todo es tan complicado? ¿en qué momento me volví tan patética?...

—Sí ya sé, me tienes asombrada la verdad. —Me dice con un tono burlón, no entiendo por qué mi situación es graciosa para los demás ¿A ver cuántos valientes dan un paso al frente para estar en mis zapatos?

—En todo este tiempo... ya sabes... nosotras no... —Ella no me permite terminar de hablar, parece muy asombrada con mi revelación.

—Espera, tú todo este tiempo... ya sabes... ¿no has tenido sexo con ella?... —Me ve con sus ojos casi fuera de su sitio. —¡Oh! eso si es extraño. —Levanta sus cejas mientras sus ojos se concentran en un punto inexistente.

—¡Hey! ¿Qué me quieres decir? —Frunzo el ceño y tuerzo levemente mis labios molesta, ese es precisamente el miedo que tengo con Krystal ¡demonios!

—Nada es solo que... —Joy se ve sorprendida por mi reacción.

—Esa... esa es la razón. —La señalo irritada sin dejarla hablar. —Todos tienen esa imagen y yo... solo no quiero arruinar las cosas, ya sabes... en serio me gusta. —Contesto molesta, sí... tétrico, no ser capaz de controlar este maldito miedo de que las cosas se vuelvan a salir de control y quede con el corazón más roto, es difícil dejar entrar alguien a tu vida que puede tener la capacidad de dejarte expuesta, si tan solo fuera sexo... todo sería más simple.

—Lo siento, tienes razón... discúlpame, pero creo que estás pensando mucho las cosas... Seulgi, un mes es suficiente para conocerse y pasar al siguiente nivel. —El tono suave de sus palabras hace que baje mis defensas.

—Lo sé, es solo que no sabes cómo han sido las cosas entre nosotras.

—Te escucho. —Ladea la cabeza en claro signo que es hora de que le cuente todo lo que llevo adentro, tomo una gran bocanada de aire inflando mi pecho momentáneamente, lo expulso mientras pienso como empezar.

—Bueno no me has preguntado nunca como es que conseguí el permiso para las fotos.

—No me digas que tú... —Me ve con los ojos bien abiertos y su dedo apuntándome acusadoramente, ashhh ¿por qué saca conclusiones tan rápido?

La Promesa | SeulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora