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Lunes, 9:35

-¡Basta! -no me gusta ser tan cruel, pero este tipo me desespera. Al azotar mis manos en la mesa me hago daño- ¡No tengo tiempo que perder! ¡Hazte responsable de lo que hiciste y acéptalo!

-¡Yo no he estado traficando armas!

-Ni siquiera está siendo acusado de eso. ¿Sabe por qué está aqui?

-Ah... -Me quiero apuñalar la garganta. Seguro es menor de edad, no tiene ni 16 años.

-Muy bien, venta de drogas. Niño, escucha, no voy a perder mi trabajo por tu culpa. Mira, serás juzgado según a tu edad, pero que sepas, que lo que hiciste es muy grave. -veo que no me hace caso, así que azoto mis manos de nuevo. Se sobresalta- ¡Escucha, maldita sea! -ahora sí que me escucha- No estás a salvo. ¿Sabes que avergonzados estarán tus padres de ti? Eres un niño, recapacita lo que haces. Aun tienes tiempo. -Él asiente, noto que se arrepiente, pero como consolarlo o entenderlo no es mi trabajo, salgo de la sala.

Suspiro y saco mi teléfono, un buen rato en Twitter no me hará daño.

-¿Mal día, licenciado? -Volteo y miro a mi compañero de trabajo y (mejor amigo) Phillip sonriéndome.

-Algo. La verdad no entiendo como arruina su vida tan joven. Oh, pero bueno. Ve a buscarle, necesita un psicólogo.

-Muy bien. Hasta pronto.

-Sí, adiós.

Voy a la cafetería y me hago un té verde. Cuando doy un trago, escucho la voz melosa de Alexa. Mi acosadora personal.

-¡Daaan! -pone sus manos atrás de mi cabeza en la alacena. Trato de no hacer una cara de repulsión, pero no me gusta que invada mi espacio personal. Siempre trato de ser amable con ella.

-Hola, Alexa.

-¿Cómo le ha ido a el mejor  criminólogo de toda América?

-Hoy ha sido mi primer caso, gracias por preguntar. -Muevo su brazo izquierdo para pasar por ahí. Salgo de la cafetería, pero escucho sus tacones y pasos irregulares tras de mí. No quiero acelerar le paso para que no se vea grosero, así que sigo con mi ritmo. Pero me alcanza.

-Oye, aun no termino contigo. -Me empuja a su oficina, y con el impulso me tira en el escritorio. Incómodo... Me mira sonriendo, y me da miedo. En serio me da miedo.

-Oye... Tengo pareja... -en ese momento abren la puerta, tal vez sea el jefe que viene a detener mi violación, gracias, Dios. Pero en su lugar veo una coleta, una mujer.

-Oye, Alexa, si no te molesta, el jefe le habla a Dan. -Triana. Con sus ojos verdes, labios rojos, y cabello negro. Me sonríe y le sonrió de vuelta. Gracias, linda. 

Alexa se me quita de encima con una cara de odio, se voltea a Triana y le dice:

-Muy bien, como sea. -Me mira y me manda un beso y se va. Ugh.

 Me siento en el escritorio, ella se acerca y me abraza.

-No sé cuantas veces tendré que ayudarte a no ser su esclavo.

-Hazlo todo el tiempo, en verdad ayudas a mi cordura. -me sonríe y yo también. Se agacha y le doy un pequeño beso, luego sale y se va, no sin antes dedicarme una sonrisa. -Te veo en casa. -Estoy seguro de que me escuchó.


Lunes 20:13

Estoy en casa, acabo de cenar Hot cakes que preparé. Llamé a mis padres y mi hermana me recordó que debo ir a su graduación de preparatoria. El tiempo pasa tan rápido.

Pero bueno, ahora estoy subiendo mi portafolio a el estudio.Pero, oh, claro, Dan el idiota acaba de tropezar en las escaleras y el portafolio se abrió. Papeles volaron, folders, clips... Y un libro.

Un diario. El diario de la muñeca. O así le he dicho desde que lo encontré.

Lo tomo del suelo y le empiezo a hablar.

-Hey, no me acordaba de ti. -Empiezo a caminar al estudio sin recoger mis cosas, ahora solo somos el diario y yo.

Me siento no sin antes poner "El lago de los cisnes" de thaikovsky.

Cuando abro el diario, dice tres cosas.

DO NOT OPEN

Ignorance is your new best friend.

Morceau de ma mort.


Se me heló la sangre en lo último. Morceau de ma mort. Sé que es eso. Sé que es eso.

Lo he vivido.



Desvelando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora