Diario de un Canival

Primera Sangre

No recordaba nada, era un ambiente de terror por la sangre salpicada en ese espacio tan pequeño, Evan estaba mirando como el cuerpo estaba tirado en el suelo, miro sus manos con miedo al no poder recordar que paso. Estas estaban llenas de sangre y una inexplicable tentación le llego, le  dio una lamida a sus dedos, ese sabor tan dulce le lleno de tanta satisfacción que era mejor que el sexo, era mucho mejor.

Camino con temor hasta el cuerpo se agacho y con su mano derecha acaricio su cabello salpicado de su sangre luego bajo hacia sus mejillas. Unas cuantas lagrimas salieron de los ojos azules de Evan cayendo en los pómulos de la primera víctima de esta historia.

Evan había invitado a la señorita Jennifer a cenar a su casa hace unos 4 días antes de que esto pasara. Estaba tan emocionado que limpio su asqueroso apartamento, se dio un nuevo corte de cabello, tiro todas sus revistas y películas porno a la basura, compro unas nuevas cortinas mas vivas y compro condones para su primera experiencia sexual, el lo sabía mejor dicho, sentía que  la iba a perder con ella.

Lo mas emocionante para el que ella le agrado la idea que el la invitara  a cenar, como buena actriz que era Jennifer acepto solo para jugar un rato con el y luego romperle el corazón, la misma rutina que tenia al conocer un hombre.

Fragmentos de la catastrófica  escena se implantaron en su mente, estaba tan asustado ¿como el pudo acabar con la vida de alguien? Nunca tuvo esos pensamientos asesinos ni nada por el estilo, el siempre fue un buen chico aunque tuviera muchos momentos tan traumáticos.

- Je...Jennifer despierta- Sacudió con delicadeza el cuerpo sin vida, su cerebro aun no procesaba que EL fuera capaz de asesinar- ¡Jennifer !-Gritó con mas fuerza y agito con agresividad el cuerpo- ¡DESPIERTA! - Dijo con rabia en cada sílaba de esa palabra, su ira estaba volviendo, ya no era el mismo Evan que era tranquilo, era como si tuviera otra personalidad distinta: Mas espantosa.

-¿Que hare ? - tomó con sus manos sus cabellos rubios volviéndolos rojos por esa sangre inocente, estaba temblando del miedo.-No puedo llamar a la policia...Ni a mi madre ¿Que dirá ella de mi ?- Sus ojos se volvieron rojos de los llantos, estaba tan desesperado en como resolver ese crimen.

-córtala-escuchaba como una voz le susurraba en su oido, abrió sus ojos con temor a que pudiera pasar -Hazlo...esos cuchillos están muy asilados.

Sus ojos azules viajaron lentamente hacia la cocina viendo unos cuchillos sobre el desayunador, trago saliva y se paro dando pasos lentos hacia el arma blanca. Al tomarla miro su reflejo en ella, ese sentimiento de dolor y pena iban disminuyendo, el sabor del poder volvían a sus papilas gustativas.

-No pierdas tiempo- esa voz tan tenebrosa se volvió escuchar. Camino decido con cuchillo en mano, tomo el cuerpo  y lo llevo a su cuarto tirándolo en su cama.

- Cumpleaños a ti, cumpleaños a ti - cantaba Evan mientras descuartizaba el cuerpo. Estaba feliz ya no sentía ese remordimiento ya no es el mismo Evan de antes, cambio radicalmente- Cumpleaños a Jennifer por tu linda muerte- Soltó una risa tan fuerte que todos los muertes pudieran escucharlo.

Tomo las extremidades superiores y las colocó una caja (donde estaban antes de que el los tirara  sus videos y revistas porno). Continuo con esa canción hasta terminar con todas las extremidades del cuerpo.

Estaba cansado y tomo asiento en la cama ahora llena de sangre, tenia un mechón del cabello de la víctima y lo observaba detenidamente.

-¿Con cuantos hombres te habías costado ? -susurro aun con los ojos en el mechón que luego le pondría un pedazo de tape para comenzar su nueva colección, su nueva diversión de ahora en adelante.

Dejo de mirar el mechón y observo el cuerpo descuartizado, sonrió había hecho un excelente trabajo pero ahora hay un problema, el tenía mucha hambre...

                             Y ya sabe como satisfacerse.