Deseo

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Una gota de sudor bajaba por el cien de Daniel, estaba observando a la niñera de sus pequeños vecinos jugando en el parque que estaba cerca de su apartamento. <¿Que le diré?> pensó el relamiendo sus labios, había pensado seriamente invitarla a salir y experimentar sentir estar con una mujer tan hermosa como ella. Tomo un bocado de aire y camino extrañamente hasta su presa, acomodo sus anteojos y cada vez que se acercaba sentía como su corazón palpitaba, cada vez mas rápido en cada nervioso paso.

Un balón de Soccer impacto en su rostro causando que sus anteojos volaran hasta caer al suelo. Observo el espacio borroso y se agacho para poder encontrar sus anteojos.

-¿Buscabas esto ?- una voz femenina se hizo presente en ese momento, alzo la mirada sin poder distinguir quien podría ser - Siento mucho que Billy halla hecho eso, es solo un niño de 8 años- La misteriosa chica le coloco en los anteojos en el rostro con una tierna sonrisa. Estaba vestida con su típico sexy uniforme, mostrando esas curvas y esas piernas firmes que hicieron estremecer a Daniel al momento que sus anteojos estuvieron en contacto con su rostro.

No se podría creer que la mujer que tenia meses observando y que había anhelado hablarle estaba en frente de el, con una sonrisa hermosa.
-N...o, No...t...e preocupes- tartamudeo con nerviosismo, sus manos empezaron a sudar. La chica estaba curiosa de saber de el, desde que comenzó a trabajar como niñera de esos niños sentía esa presencia que alguien la estaba observando, y tenia sospechas que era el y le parecía algo atractivo, ella no estaba loca pero tenia esa pequeña fascinación de que los hombres siempre estén deseando estar con ella. Tuvo una infancia terrible y sentir que hombres la amaran era como su modus vivendi y romperles el corazón era su mayor satisfacción.

-¿Eres el vecino de arriba, no ?- se cruzo de brazos la joven chica, provocando que sus pechos se elevaran un poco, Daniel trago saliva con dificultad y asintió- Que descortés soy, mi nombre es Jennifer -sonrió mostrando una fila de dientes blancos, tan blancos como el alfil.

-S..soy Daniel - se paro rápidamente pero por una mala pisada tropieza con la joven, por reflejo cierra los ojos y coloca sus manos en frente los cuales impactan con los pechos de Jennifer, ellos caen al suelo nuevamente- Lo lamento mu..ucho - se separa de ella rápidamente provocando un sonrojo en sus pómulos haciendo que la chica soltara una carcajada tan fuerte que podría ser capaz de escucharse al otro extremo del parque.
-No importa, siempre pasa - siguió riendo mientras se paraba y sacudía su uniforme.
-¡Jen ! Tiffany no quiere darme chocolates - Lloriqueo el pequeño Billy señalando a su hermana menor de 6 años -

-Voy en seguida cariño, dame un momento, ¿si ?- acaricio la mejilla del niño y se fue corriendo como todo guerrero, o eso era los que el pensaba. Jennifer se volteo hacia Profesor y sonrío- Charlamos mas luego

<CHARLAMOS MAS LUEGO> esa simples palabras retumbaron en su mente provocando que las comisuras de sus labios se ampliaran mostrando la mas rara sonrisa que para la señorita Jennifer fue lo mas tierno que jamas había visto. Los gustos de la joven eran extraños, inusuales para mejor especificación, ¿ a quien le gustaría el automasoquismo ?  Pues a ella le parecía algo tan exquisito, una obra de arte.

Moviendo sus caderas partió hacia los pequeños demonios como ella les llamaba, no era fan de los niños mejor dicho, los odiaba era una repulsión que les tenia que ella seria capaz de ... muchas cosas. Acepto el trabajo por necesidad y porque quería acostarse con el padre de los niños, era un hombre de buena estabilidad económica y eso era lo que buscaba ella, un hombre que la mantuviera como una reina y haría cualquier cosa para lograrlo, aunque tuviera que soportar a esos niños tan ilusos, actuar como una buena mujer delante de toda la multitud aunque fuera la mujer mas vil de la tierra, ella lograría que ese hombre cayera a sus pies como todos los hombres los cuales ella les rompió el corazón y Daniel no sera la excepción.

Desde otro ángulo, Daniel estaba esperanzado porque por fin podría tener  una oportunidad con esa mujer. < La próxima vez la invitare a salir > pensó mientras cruzaba la calle, se imagino un sin números de ideas en su cabeza para que su amada fuera una princesa, una cena elegante, un picnic en el parque mas hermoso...pero como dije: IMAGINACIÓN, el no podia ni siquiera mantenerse el mismo, ¿Como podría pagar una cena lujosa? Esa era el problema y no tenia amigos para decirle: ¿Me podrías ayudar a cogerme a una chica que esta buenísima ?No, estaba frustrado de no tener nada para sorprenderla, y para el colmo estaba ansioso, como todo hombre que quiere dejar de ser virgen. Su madre estaría orgullosa de que su único hijo ya no seria virgen y que tendría una mujer hermosa, el seria la sensación del momento por el pueblo, hasta la tia Nancy ya no se burlaría de el por tener 25 años y ser virgen, estaría en las portadas de los periódicos, revistas y seria como la tendencia del momento, en ser el que esta en las paredes de las niñas llenas de hormonas y ser su nuevo Jhon lennon , dejar de ser el hazme reír y volverse: El chico que dejo de ser virgen, era su mayor deseo.

Diario de un Canival Donde viven las historias. Descúbrelo ahora