Hermanos

donde esta Yuuri???

Yakov salía constantemente a viajes, así que no era nuevo para Victor ni para Yurio, ahora así llamado por todos.

Pero para Yuuri era algo nuevo, se sentía solo, más ese día en especial ya que no sabía que hacer.

Salió temprano del colegio ya que un profesor se ausentó ese día y el chofer lo recogería hasta dentro de un par de horas más.

No sabía que hacer, así que comenzó a caminar sin rumbo fijo, sin saber a donde iba en realidad.

Yurio salió en su horario normal. Al no ver al cerdo, como solía llamarlo, esperó por mucho tiempo, el chofer que los recogía estaba en la entrada.

Molesto, el chico rubio fue a buscarlo a su salón pero solo encontró a una pareja besándose aprovechando que el salon estaba vacío; le dijeron que salieron temprano y que todos se fueron, incluido su hermano. Cómo no notarlo si era el chico nuevo, muchos lo observaban.

Entró en pánico y llamó al único que podía ayudarlo.

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Viktor recibió la angustiante llamada llena de gritos por parte de su hermano y le dijo al chofer que cambiara de dirección, en vez de ir a la pista como siempre se dirigía al instituto de ambos Yuri's.

Al llegar, empezaron a buscarlo por todo el plantel esperando encontrarlo, los choferes también ayudaron, pero solo lograron enterarse de que fue visto salir sólo de la escuela.

Viktor llamó a Yakov, le gritó que era un estúpido y colgó antes de explicarle qué sucedía; nada podía hacer, después de todo, el mayor se encontraba de viaje.

Empezaron a buscar por los alrededores, por si estaba en una plaza cercana o en alguna cafetería; tal vez estaba escuchando la declaración de una chica o quizás alguien lo secuestró.

Corrían preguntando entre otros compañeros y demás transeúntes en busca de algún indicio, pero nadie parecía haberlo visto.

¿Qué podían hacer en una situación así? Yuuri sin celular y negándose a hablar con las personas, estaban perdidos.

Estaban a punto de rendirse pero de repente un chico de una cafetería, recordó verlo, tímidamente pidiendo un cafe mientras otros hablaban, él estaba completamente solo.

Les dijo por donde lo vio dirigirse y rápidamente fueron a buscarlo.

Una pista de hielo se encontraba en esa direcion, Viktor recordo que Yakov le compró unos patines nuevos al japonés; pensó que eran para él y se sorprendió al saber que eran para Yuuri.

Entraron y lo vieron patinar, deslizarse sobre el hielo sonriendo.

Nunca habían visto a Yuuri sonreír, parecía un ángel sobre hielo.

Suspiraron aliviados al encontrarlo a salvo; Viktor llamó a Yakov, le gritó que Yuuri estaba perdido y colgó. Dejaría que se preocupara un rato antes se decirle que ya lo habían encontrado.

Aliviados entraron a la pista a patinar a su lado.

- Estúpido cerdo - Yuuri volteó a verlo y se preguntó cuanto tiempo llevaba en ese lugar.

- Nos preocupaste, Yuuri - le habló Viktor a su lado.

- Yo... - se sobresaltó al darse cuenta que los preocupó - perdón - ni siquiera se dio cuenta de que pasó horas patinando.

- Estúpido cerdo, pudiste avisarme y no estaría como estúpido buscándote tanto - el pequeño ruso se notaba molesto, siempre estaba igual, solo que esta vez sus ojos revelaban su preocupación.

- Si alguna otra vez pasa, es mejor que le avises, te será más fácil ya que están en la misma escuela. En verdad necesitas un teléfono.

- Lo siento.

- Deja de disculparte - golpeó ligeramente su hombro y empezó a patinar.

Viktor se tomó el tiempo para ignorar las llamadas y mensajes de Yakov. Llamó a los choferes y les informó que Yuuri estaba bien y con ellos por lo que los llamarían cuando quisieran regresar a casa.

Un día con muchas emociones, más al estar los tres patinando y riendo, incluso Yurio dejo su mal genio y reía de los intentos de Yuuri por completar algunos saltos.

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Yakov regresó esa noche encontrándose con la noticia de que Yuuri en realidad si desapareció unas horas.

Se alegro de que estuviera a salvo.

Llamó a su amigo para preparar un celular para Yuuri, parecido al de Yurio y Viktor con rastreador inteligente por si un día pasaba algo; tardaría en tenerlo listo, pero serviría aún si el teléfono estaba apagado o destrozado, un rasterador muy potente vinculado a la policia.

Quería protegerlos bien, pero tardaría una semana en estar listo.

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Yurio comenzo a visitar a Yuuri durante el almuerzo y asegurarse de que estuviera a la hora de la salida.

- ¿Qué haces cerdo?

- ... - levantó su libro.

- ¿No te cansas de estudiar tanto, que te la pasas siempre entre libros? - preguntó algo irritado el de ojos verdes.

- Aún es complicado el ruso...

- Estúpido cerdo, yo te ayudo, pero tendrás que ayudarme en literatura, y no me importa si no sabes nada, tu lees más que yo... me ayudarás - sonaba a amenaza.

- En serio, gracias...

- Cállate que de ningún modo lograrás salir de esto.

- Si - notó como el rubio se sentó a su lado, solo acompañándolo, con un ligero sonrojo.

Desde ese día cada almuerzo estaban juntos y al salir de clases estudiaban para ayudar a Yuuri con su escritura, una cosa era hablar ruso pero otra cosa era la escritura con todas sus reglas, en verdad necesitaba ayuda en eso.

Y aunque Yurio no era muy amble lo ayudaba muchísimo.

El pequeño japonés comenzó a darse cuenta de la verdadera personalidad de Yurio; parecía un león pero era un tierno gatito.

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Empezará ligero y de repente lo bueno, tengan paciencia...