Si hubiera dejado mi orgullo...

Cap 4

Sin más que hacer me retiré del lugar que una vez fue su hogar. Mi conciencia me pedía que la buscará, pero mi orgullo hizo que esa molesta voz se fuera callando poco a poco. Pasaron un par de semanas y en efímeras ocasiones me preguntaba por ti, pero pronto mi pensamiento cambiaba por alguna situación del trabajo o solo los desechaba.
Tuvieron que pasar meses para volver a seguir siendo el mismo de siempre, el que se concentraba en que su empresa fuera la mejor, el que salía a divertirse cuando lo necesitaba con cualquier mujer. Así transcurrieron los años, sin saber  nada de ti.
Tiempo actual
Una pequeña niña de una edad de 9 años me saca de sus pensamientos. La veo por unos momentos se parece a ella, su rostro a pesar de saber lo que sucedía alrededor de ella reflejaba una pequeña sonrisa, lo que me extrañó fue lo que me dijo que si era amigo de su madre, al principio me quedé extrañado por su inocente pregunta, que en mi rostro se pudo percibir la sorpresa, cuando mencionó tu nombre, a lo que puede solo pude asentir, después vi que se iba corriendo al llamado que le  hizo un  hombre que transmitía tristeza y preocupación en su mirada, y ahí o comprendí el era su padre, ella había rechazo su vida al lado de otro, lo que creí hace unos meses que tenía otra oportunidad se esfumó. Mi mente jugó conmigo en esos instantes diciéndome que esa niña era  mi hija, pero No, no lo era, aunque me hubiera gustado, su aroma era una combinación de ella y de él. Me pongo a recordar en estos instantes lo que ocurrió hace un par de meses atrás.
Dos meses antes
Me encontraba en mi habitación, ya te había olvidado, o eso creía en esos instantes. Una vez terminado de bañarme y posteriormente vestirme. Me encontraba bajando las escaleras, me dirigía al comedor, llegando ahí mientras esperaba qué me trajeran el desayuno, me puse a leer el periódico, revisaba las notas periodísticas, hasta llegar a una que me llamo mucho la atención, era una nota tuya, en donde se mencionaba que regresaría a Japón, a contribuir en la medicina con tus conocimientos que te hicieron hacer una gran especialista en esa área, trabajaría en un prestigioso hospital, y además darías cátedra en una universidad, que dada  la casualidad se encontraba a unos pocos kilómetros de mi empresa. En mis labios se formó una pequeña sonrisa, mi corazón latió rápidamente, por pensar en ti, fue cuando me di cuenta de que te extrañaba demasiado, que por fin ese  sentimiento de vacío se fue desvaneciendo, cambiado a uno cálido. Fue cuando me decidí recuperarte. Trabajarias dentro de dos mes y medio, así que me decidí a esperarte hasta esa fecha. El tiempo pasó transcurriendo así los dos meses, llegando a esta mañana.
Horas antes
No tenía idea de que ya hace tiempo te encontrarás viviendo, hasta esta mañana donde seguía recostado en mi cama, ya que hoy era un día libre, sin asuntos que atender de la empresa, por lo que decidí encender la gran pantalla plana que tengo en mi habitación, estaba escuchando las noticias, cuando me llamo mucho la atención un accidente automovilístico en una de las carreteras más transitadas del país, se mencionaba que un tráiler se quedó sin frenos ocasionando que la fila de vehículos que tenía en frente chocarán unos con otros, que me quedé en shock al escuchar que entre las víctimas te encontrabas tu, me grabé en que hospital te encontrabas, para después salir como alma que lleva el diablo, llegue al hospital a los treinta minutos que para mí se hicieron eterno, pregunté a la enfermera que se encontraba en la recepción por ti, me dijo dónde te encontrabas sin dudarlo fui hasta ti,sin escuchar los gritos de la enfermera ya que todavía no podías recibir visitas por tu estado delicado, reconocí tu aroma cuando estaba a varios metros de distancia, cuando te pude visualizar por la ventana de la habitación, te vi, pálida delicada, se notaba que sufría en esos momentos, sin alguien que me impidiera el paso para estar contigo, entre a tu habitación, me dolió mucho verte así, hasta que recordé que podía salvarte, si te marcaba como mía podías recuperarte rápidamente y estar conmigo, cuando me encontraba listo para marcarte tu voz me detuvo sonaba débil, me  nombraste, me sentí feliz al saber que me recordabas pero esa felicidad se esfumó al escuchar de tus preciados labios un no necesito tu lástima. Mientras procesaba tus palabras, varios enfermeros me sacaron de ahí, me regañaban por haber entrado, los daños que pude al paciente, entre otros, no les tomaba importancia por qué en mi cabeza resonaban sus palabras en ecos.
Cuando pasó un tiempo me dijeron que probablemente no sobrevivirias por las lesiones que tenías a causa del accidente, a lo que me lleva aquí, estoy esperando que ese diagnóstico no se cumpla, que sea erróneo, aquí estoy llevo dos horas más esperando hasta que escucho alarmas que salen de tu cuarto enfermeros, doctores entran, tu familia al igual que yo quieren saber que sucede, nos dicen que sufriste un paro cardíaco, que intentan reanimarte. Todo pasa a cámara lenta frente a mis ojos, hasta que se posan en el monitor que muestra los ritmos de tu corazón, donde mi gran temor se hace realidad, te he perdido, sin poderte ayudar, si tan solo hubiera dejado mi orgullo hace 10 años no estuvieras muerta Kagome.
Fin