Capitulo 1: Encuentro.

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Mirar el cielo sin hacer nada ya era una costumbre para ella. Mientras que todos estaban en clases brillando por sus maravillosos talentos, ella estaba allí recostada en el tejado de la universidad.

-Que mierda de universidad...- soltó el aire contenido. Estaba aburrida de que no la dejaran abandonar aquella universidad.

-oye, no digas eso.- giro su cabeza para poder ver a su prima sentarse a su lado, le sonrió por un leve momento y luego fijo su vista al frente.

-¿Tu no deberías estar en clases?- pregunto desinteresada. La chica a su lado soltó una leve risa.

-Que mierda de universidad...- suspiro. La chica a su lado rodó los ojos.

-Aveces no te entiendo, Lauren.- se incorporó para quedar sentada al igual que su prima. La rubia apoyo su cabeza en el hombro de la menor.

-Por eso me amas, Sam.- sonrió por debajo. La menor le miro la cabeza escogiéndose de hombros.

-Si tu lo dices...- ambas comenzaron a reír...como unas completas locas.

-y 1, 2, 3, 4- repitió por tercera vez, los chicos y chicas tras escuchar el conteo comenzaron a moverse, pero uno de ellos no seguía el ritmo para nada.

-Parece que a alguien hay que darle clases privadas.- hablo la maestras luego de que todos terminaran de bailar. El joven sonrió coquetamente.

-Seria un honor.- sonrió mostrando su dentadura. La maestra solo se echo a reír.

-Eres un idiota Brad.- reclamo una de sus compañeras.

-Y tu eres una metida Angélica.- respondió el joven enojado.

-Basta chicos, por favor retirense.- ordenó la maestra, la clase ya había acabado. Los pupilos asintieron como niños pequeños.

-¡Oye Turco!- grito un chico en la cafetería. el pelinegro se voltio, sabia que era a el a quien se referían. Se encogió al escuchar aquella voz.

-¡Maricon!- grito otro. El pelinegro no sabia que hacer su amiga no estaba en ese momento para que lo defienda.

-Gayyyyyyy- siguieron aquellos abusivos.

-¡Porque no cierras tu puta boca, hijo de la trola!- grito una chica rompiendo todos las risas que se habían generado en la cafetería. El abusivo giro su cabeza para poder ver quien lo había insultado. Sonrió burlesco al ver de quien se trataba, la chica a su lado miraba nerviosa, sin saber que hacer, aquello no paso desapercibido por el abusivo.

-Por lo menos tengo madre.- respondió con una sonrisa arrogante.

Esa fue la gota que rebalsó el baso. Él sabía perfectamente que ese tema era sensible para aquella chica.

-Te romperé la cara.- dicho eso, aquella chica avanzo decidida a darle un paliza a aquel Imbécil, pero él fue mas rápido, tomo al pelinegro por el cuello pero sin apretar.

-Encerio lo harás por este maricón.- le dirigió un mirada llena de asco. Aquella chica se detuvo a mirarlo. Su mirada se encontró con la del pelinegro, pudo ver el miedo que tenía....entonces le sonrió.

-Al único maricón que veo....es al que te tiene agarrado.- se dirigió al pelinegro, quien se sorprendió al escuchar aquello.

-¡Omer!- un grito rompió el leve silencio que se había formado. El pelinegro miro hacia la dirección donde todos miraban, allí estaba tu protectora junto con otra chica.

-Llego tu mami maricón.- se burlo el abusivo. aquella chica empujó fuertemente al abusivo, liberando al pelinegro. Cuando el abusivo se puso nuevamente de pie dispuesto a golpearla, alguien lo detuvo.

-¡Se calman todos los saco e' wea!- grito la rubia, estaba enojara. -¡Sam, si vas a golpear a este aweonao hazlo rápido mierda!- grito nuevamente callando a cada una de las voces.

-Lauren...- susurro la menor. En el fondo, Sam le tenia miedo a su prima.

-Maldita basura...no se que haces aquí, no tienes talento, eres menor de edad, no tienes padres, no tienes a nadie. Solo eres una abandonada ¿Por que no te vas a algún refugio de menores?- hablo el abusivo, Sam bajo la mirada, aunque no lo admitiera....aquello le dolía, pero el no sabia cuanto daño le provocaba aquello. Lauren, ahora mas calmada, miro a su prima con la cabeza gacha.

-Te equivocas...- por primera vez hablo el pelinegro. -Ella no esta sola...que no ves, tiene a su prima al lado, te equivocas a decir que no tiene talento.

-¡Callate Marico.- un fuerte golpe provocó que el abusivo cayera de golpe al suelo.

-Sam...- susurro la rubia. La menor tenia los ojos cerrados, lágrimas caían de sus ojos...lágrimas que no pudo ahogar.

-¡¿Que esta ocurriendo aquí?!- la fuerte voz del director espanto a todos los espectadores. -Ustedes a mi oficina, y que alguien lleve a Cláudio a la enfermería.

-No puedo creer que hicieras semejante cosa, Sam.- el director miraba desilusionado a la menor quien tenia su vista en sus pies.

-¡Es injusto!- grito la rubia golpeando la mesa, provocando que todos se sobresaltan.

-Lauren le pido que se calme.

-Y yo le pido que se valla a la mierda.- pensó Lauren.

-Él fue el que comenzó todo.- él pelinegro se dirigió al director. Suspiro.

-Bien....retirense todos, pero no se metan en líos.

-Hey....gracias.- él pelinegro le tendió la mano a la menor quien miro confundida la acción. -Gracias por d-defenderme. Mi nombre es Omer.- sonrió amablemente él pelinegro. La menor estrecho su mano con la de aquel chico.

-El gusto es mio, mi nombre es Sam.

-Si, si, si, como sea apurence que tengo hambre.- se quejo la rubia provocando que ambos jóvenes rieran.

-Lauren....también es un gusto conocerte.- hablo nuevamente Omer. La mayor, Lauren, sonrió e hizo el saludo de 'amor y paz'

-Lo mismo digo, Omer.- los tres jóvenes caminaron juntos, como si se conocieran de toda la vida.

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