Hugo
No quisiera hacer esto, pero no tengo más opciones por el momento, ya había trabajado con mi padre anteriormente aunque tuve que irme por ciertas inconformidades que tenía hacia la mentalidad de mi padre.
- Señor Suarez, su padre lo atenderá en un momento- me dijo una secretaria.
- Si gracias.
Pasaron unos segundos después de decir eso y salió mi padre de su oficina, feliz como siempre, me estrecho la mano y me dejo pasar.
- Hola hijo ¿Como haz estado?
- Bien, bueno en realidad no ¿Ya debes saber porque estoy aqui, cierto?
- Tengo una teoría, ya no tienes más opciones de trabajo y regresas a mí.
- Exacto
- Bueno hijo sabes que siempre te aceptaría, pero quiero saber ¿Como es posible que ya no tengas más opciones de empleo?
- Pues veras- no sabía cómo decirle esto a mi padre- no es que haga mal la comida es solo que suelo llegar tarde.
- ¿Y a que se debe eso?
- Al momento de llevar a mis niñas a la escuela suelo tardarme mucho
- ¿Problemas para despertarlas?
- No, en realidad se paran sin problemas, más bien el del problema soy yo
- A ver ¿Explícame eso?
- Tengo la mala costumbre de quedarme en la entrada hasta el momento de verlas dentro del salón- dije un tanto avergonzado.
- Ay dios hijo, nunca se te quitara esa actitud sobreprotectora hacía mis nietas- dijo con una sonrisa.
- No puedo evitarlo, son mis niñas- dije defendiéndome.
Que si era sobreprotector con mis hijas, a muy pocas personas les dejaba a mis hijas, las cuido tanto que su primer día en la guardería me quede en la sala de espera de la guardería por si ocurría algo.
- Te comprendo hijo, eso sufrí con tu hermana.
- Me alegro de que no fueran así conmigo.
- Yo igual, tener a tu hermana en la casa es un desastre y si te tuviéramos a ti y tus hijas será una catástrofe.
- Jaja si, bueno padre una vez sabiendo esto quiero que me digas la verdad ¿Me contratarías?
- Claro que si hijo- dijo abrasándome- y no te preocupes por llegar tarde, el restaurante abre hasta las 9, tendrás tiempo de sobra para poder ver a tus hijas.
- Muchas gracias padre, realmente necesito el empleo.
- Siempre se ayuda a la familia hijo, ahora será mejor que vallamos por mis nietas.
- ¿Que? ¿Pensé que ya me pondrías a trabajar?
- Como pondría a alguien en mi cocina sin quisiera probar su comida- eso es lógico- iremos por mis nietas y luego me cocinaras algo en mi casa.
- Me parece perfecto- diciendo esto salimos directo a la escuela de mis niñas.
Al momento de recoger a mis hijas, ambas se sorprendieron por el hecho que su abuelo y yo fueramos por ellas.
- Abuelo!!- ambas gritaron con todo pulmon.
- Mis nietas preciosas, ¿Como han estas?
- Muy bien abuelo, aunque un tanto preocupada por papi.
- ¿Porque dices eso Elizabeth?- pregunto mientras la cargaba.
- Pues papi no tiene trabajo- contesto Teresa.
- Niñas les dije que no se preocuparan por eso, de hecho que creen ya tengo trabajo, que es con su abuelo.
- Me alegro papi- dijo abrazandome Teresa.
- Muy bien hijo sera mejor que ya vamos a mi casa muero de hambre.
Para la comida mi padre quizo que le hiciera espagueti a la puttanesca, que es uno de los platillos mas solicitados en el restaurante.
- Padre, en donde esta mi madre y Diane?
- Tu madre salio para ver a tu bisabuela y Diane salio a un viaje de la escuela.
- Que tiste, queria ver a la abuela tambien- dijo haciendo pucheros Elizabeth.
- Llegara mañana niñas, asi que no se preocupen.
Despues de comer las niñas tenian un poco de sueño a si que fuero al cuerto de huespedes que tenia mi padre en su casa y quedaron rotundamente dormidas.
Pasaron unas horas en las cuales hable con mi padre acerca de mis horarios y como el podria ir posmr sus nietas. De un instante a otro sono mi teleno, no era nada mas y nada menos que mis mejores amigos los cuales no veia desde hace meses.
- Padre unos amigos me han llamado y quieren que nos veamos en un lugar, ¿Te puedo dejar a las niñas un rato?
- Claro que si hijo, anda sal y disfruta con tus amigos.
- Gracias padre, no las chifles, te lo suplico.
- No prometo nada- dijo burlandose.
Odiaba y queria eso de mi padre,no queria que mis niñas fueran unas chifladas no lo soportaria, por lo menos mi padre lo entiende mucho con mi hermana y no las chifla tanto.
Como habia dicho saldria a verme con unos amigos, ellos eran Robin, Lily y Marco. Con ellos llevo facilmente unos 13 años de amistad, facilmente podria dejarles mis hijas a ellos, si les tengo toda la confianza del mundo a ellos.
Quedamos vernos en un pub llamado Mad Hatter's British Pub, aunque decidimos llamarla MacLaren's pub por su extraño parecido con el bar de la serie "How i met you mother".
- Pero mira nada mas, es el padre del año- dijo abrazandome por la espalda Robin.
- Hola Robin, meses sin verte- dije devolviendole el abrazo.
- Ven vamos que los demas.
- Lily!! Marco!! Parece años que no los veia.
- Jajaja sentio lo mismo H- Dijo abrazandome Lily.
- Si tengo que traer es estas 2 para que puedas salir conmigo sera dificil vernos hermano- dijo alzando la mano Marco para que se la estrechara.
- Jajaja ya te lo e dicho puedes ir a mi casa pero no, solo quieres ir a pubs.
Realmente era inusual salir con mis amigos actualmente, era rara la ocasion que veniamos todos juntos a Mad Hatter's pero cuando lo haciamos eran memorables esas noches.
- Y Hugo ¿Como te va con Teresa y Elizabeth?- pregunto alegre Robin.
- Increible, es maravilloso tenerlas, aunque cada dia me sorprenden mas.
- ¿Porque lo dices?
- Bueno veran, hace unos dias me despidieron y como saben soy mal mentiroso, les dije a las niñas que me despidieron.
- ¿Pero porque lo hicieron? Eres increible cocinando- dijo defendiendome Lily.
- Lo se pero ese no fue el problema, lo que pasa es que llego tarde porque espero hasta el ultimo momento para verla entrar en su salon.
- Como era de esperarse de ti Hugo, siempre sobreprotector con ellas.
- No puedo evitarlo, pero bueno, me sorprendi por el hecho que al decirles ellas pensaban que ellas tenian la culpa cuando no era su culpa.
- Bueno Hugo que esperas, tu eres su padre, en realidad me sorprende que no esten ahora en la universidad tus hijas- dijo riendose Robin.
- Jajaja oye si, no deberia sorprendete eso, tu eres un genio ellas tambien lo deben ser- decreto Lily.
En realidad fui el numero en toda mi vida estudiantil, nunca sacaba nada diferente a un 10 era una costumbre la enteliguencia entre los Suarez y sin duda mis hijas serian parte de eso.
Despues de confesarle los que habia ocurrido seguimos difrutando de la noche. Al momento de irnos habiamos quedado en salir mañana para que vieran a mis hijas. Sin duda alguna mis niñas se alegraran de verlos.
