Capítulo 3.

513 17 0
                                    

Élite Way School

Roberta y sus dos hijos habían permanecido en silencio todo el camino al colegio, los sollozos de Stephanie hacían un eco bastante incómodo para los tres. Roberta le había pedido al salir de su casa en dos ocasiones que dejará de llorar pero la chica lo seguía haciendo.

-Ya llegamos -dijo Roberta conduciendo por el lujoso camino que llevaba al lobby del colegio- Creo que les gustará.

-En un par de minutos te vas a deshacer de él recuerdo de papá -respondió la chica.

-Stephanie -regañó Fabián- ya te dije que dejarás de hacer ese tipo de comentarios.

-Déjala, no importa -intervino Roberta parqueando el auto en la entrada- deja que diga lo que piensa.

-Que diga la verdad, querrás decir mamá -Agregó bajándose del coche y tirando la puerta del mismo.

Roberta y Fabián bajaron el auto y atrás de ellos cerraron la puerta, el chico se dirigió a la cajuela y sacó su maleta y las dos que llevaba su hermana.

-¿Que fue eso? -preguntó Lupita frunciendo el ceño- Pensé que el rebelde era Fabián.

El chico se encogió de hombros y sonrió.

-Me escuchó hablando con Jose-Lupe seguía son entender- ay Lupe, se enteró que me voy a divorciar.

-Roberta por favor, deja eso a un lado -ambas rodaron los ojos- ¿Cómo puedes estar pensando en divorcio si todavía amas a Diego?

-Esta conversación es más fastidiosa de lo que esperaba -Interrumpió Fabián- me voy con Ignacio y Mateo, fue un gusto volverte a ver Lupe.

-Igual a ti cariño -respondió Lupe sonriendo- Volviendo a lo tuyo Roberta...

-A ver Lupe, ahorita no estoy para tus sermones -Roberta se veía exhausta- llegamos hace apenas dos días a México después de estar 14 años fuera del país. Créeme ahorita en lo único que puedo pensar es en instalarme.

-Será lo único en lo que puedes pensar, pero La Lupe tiene razón -dijo Jose uniéndose a la conversación.

-Pues claro que tiene razón -dijo Mia entrando también en la conversación- Es insólito que pienses en divorcio.

-Miren voy a decir algo y espero que le quede muy claro a las tres, y pongan atención por que solo lo voy a decir una vez -las tres la miraban atentas- Diego y yo no somos iguales, no encajamos y nunca lo hicimos, siempre lo supimos y aun así continuamos con todo y nos casamos.

-Pero...

-Lupe cállate -pidio- el amor no lo es todo y mucho menos lo soluciona todo.

-Claro -dijo Mia con sarcasmo- porque como el charrito y yo somos idénticos, somos iguales tal para cual.

-Si, si... -Agregó Jose en el mismo tono de sarcasmo- y Teo y yo somos almas gemelas, cortados con la misma tijera. Justo a la medida.

- A ver, Roberta no puedes tomar una decisión así tu sola -dijo Lupe evidentemente molesta.

-Ya la tomé Lupe, con o sin Diego la decisión esta tomada -Roberta estaba molesta- Jose, Mia... ya tome la decisión.

Sin decir ni una palabra más se retiró del lugar, imponente y rebelde como lo había sido siempre.

-¿Creen que se divorcie?

-Ay no Lupe, claro que no -Aseguró Mía- es solo una fuerte pelea, esperemos.

-Pues ojalá sea solo una fuerte pelea pero yo si pienso que esto los puede llevar al divorcio se verdad.

-Jose, no... ¿Como crees?

-Lupe se pelearon muchas veces pero Roberta nunca había agarrado sus cosas y a sus hijos, subido a un avión y vuelto a México.

Las tres se miraron en silencio, sin saber que más decir.

-Bueno -suspiro Lupita unos segundos después- ¿entramos?

Para evitar otra pequeña diferencia como la que habían tenido hace pocos minutos se acercaron a Roberta sin mencionar ni una palabra de su posible divorcio.

-Hola chicas -saludaron Vico y Celine uniéndose al grupo.

-Lupe... Roberta... bienvenidas de vuelta -dijo Vico.

-Por cierto, nuestras hijas serán compañeras -advirtió Celina.

-Espero que se lleven mejor que nosotras -dijo Roberta.

-Ay claro que si -aseguro Celina- por que tomado en cuenta que un 90% de las peleas eras por Mia y tú y que sus hijas son primas...

-Podemos estar tranquilas porque estoy casi segura que su vida en este colegio va ser muy aburrida -aseguro también Jose y todas rieron.

-¿Que te pasa, imbécil? -escucharon a una chica gritar y seguidamente una bofetada- No te me acerques idiota.

-¡Hey! ¿que te pasa? -gritó otra chica- No lo vuelvas a tocar si no quieres levantar tus mechas del suelo.

Las seis chicas estaban buscando con la mirada de donde provenían los gritos, un tanto asustadas y otro poco sorprendidas.

-Esa es mi hija -dijeron Roberta y Vico al mismo tiempo.

-¿Que todo iba ser como? Jose -pregunto Lupita.

Las seis caminaron hasta donde provenían las voces y se encontraron con sus hijos en una riña.
Stephanie, Fabián, Alexa, Ignacio y Chio. Todos ellos reunidos, Fabián sosteniendose la mejilla y Stephanie enfrentándose a Chio.

-Chio, hija ¿que esta pasando? -preguntó Vico.

Los cinco jóvenes se volvieron y quedaron frente a sus madres, quienes los veían mal, dejando muy en claro que reprobaban la acción.

-Mamá esque este imbécil -respondió la chica señalando a Fabián.

-Lo golpeó -intervino Stephanie mirando a su madre- Esta oxigenada golpeó a mi hermano.

-Oxigenada tu abuela, españoleta reprimida.

-A ver ya... -dijo Mía- No se vayan a las ofensas.

-¿Fabián? -preguntó Roberta al ver que su hijo sosteniendose la mejilla- ¿Porque te golpeó?

-Tal vez le dije que estaba muy guapa -se encogió de hombros.

-¿Nada más? -preguntó sabiendo que algo más había hecho.

-Quizás si -respondió son una gran sonrisa.

-¿Quizás si? -pregunto Chio indignada- o mejor dicho quizás no, mamá -dijo caminando hasta Vico- trato de besarme.

-Solo te quería dar un pequeño besito. -reconoció con sinismo.

-A ver muchachito -dijo Vico molesta- MI hija tiene quien la defienda, no abuses.

-Déjalo ya Vico, mi hijo también tiene quien lo defienda -dijo Roberta tranquila- yo me encargo.

-Un momento mamá -Pidió Fabian- Señora disculpe pero no creo que está muñeca -dijo acariciándo el rostro de Chio- necesite que tu la defiendas, tiene una buena derecha.

-¿Sabes que? -Dijo Roberta tomándolo del brazo- yo también tengo una buena derecha, así que... -dijo manoteandole la cabeza- disculpate y camina.

-Lo siento muñeca... -dijo un falso Fabián- Espero que se repita pronto.

Sin poder responder nada, Chio lo vio alejarse, tratando de ocultar una sonrisa tonta mientras los observaba. Para ella no significaba nada pero Vico sabía que estaba presenciando como con tan solo 15 años su hija se estaba enamorando.

Herencia RebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora