Red lips [Showho]

Daddy don't be gentle +17

Hoseok dio gracias al calendario porque el día que se cumplía el mes era un domingo. Ya que fue el sábado a la noche cuando salió de su casa y llegó al departamento del moreno. Tocó timbre hasta que casi no le dieron los dedos. A las doce en punto debería estar teniendo el mejor sexo de su vida o mataría a alguien. Daba gracias que hacía mucho deporte y ese mes se enfocó tanto en sus piernas y abdominales que hasta le dolían un poco de lo hinchadas que habían quedado. Se había tratado de distraer del músculo que le colgaba entre las patas.

Cuando Hyunwoo contestó su voz pareció salida del infierno. '¿Quién es?' Preguntó enojado, eran las once y media de la noche, ese tipo era un viejo en cuerpo de oso. El peli naranja se rió y dijo su nombre seseando al final por la risa mezclada. Le cortaron y luego de un rato el moreno apareció en la puerta, llevaba uno de esos horribles pantalones de pijama que le hacían notar mucho el bulto
-Hoseok había aprendido a amarlos- y una remera ancha blanca. Le sorprendía que le pusiera tanto un tipo como él, en general le gustaba la gente con un buen sentido de la moda. Pero... pero si no necesitaba eso para hacerlo caer no se llegaba a imaginar qué pasaría si lo veía bien vestido.

— Faltan cinco minutos. Vamos, vamos. — le empujó, metiéndose dentro del edificio. Hyunwoo le siguió bostezando y se tiró al sillón apenas llegaron, había ropa esparcida por todas partes y un paquete de ramen instantáneo sobre la mesa.

— ¡Comiste lamion sin mi! — le chilló y el otro dejó escapar una risa, últimamente no se contenía en burlarse en absoluto. El de piel pálida suspiró y tratando de ignorar la burla se quitó la ropa de la parte de arriba y enseguida se puso sobre el otro, rodilla entre una pierna y las manos en el apoyabrazos del sillón, justo a los lados de donde estaba la cabeza de su presa. Se agachó con cuidado y respiró sobre los labios, sintiendo la electricidad que le palpitaba de deseo, todavía no eran las doce. Hyunwoo le miraba entretenido, no estaba haciendo nada por detenerlo. Se mantuvieron así los minutos faltantes y cuando dieron las doce Hoseok se agachó y mordió sus labios con una desesperación totalmente carnal, le subió la remera con fuerzas observando un torso moreno y marcado con una línea de pelitos desde el ombligo hasta desaparecer en sus pantalones. La excitación lo recorrió tan rápido que no reparó en las manos que le sujetaban las muñecas para detenerlo, sin permitirle terminar de desnudarlo. El peli negro se alzaba y le giraba, Hoseok se dejó, mirándolo con los ojitos brillosos. Estaba encantado, quería sentirle el pene pero ya.

— Estás confundido. Yo dije que cuando se cumpliera un mes, me lo volvieras a pedir. Salir conmigo, Hoseok. No follar. No dije eso. Y no lo haré si no eres mío solo y obvio que primero quería que se te vaya el olor a puto. — los dedos fuertes y algo ásperos de una mano se hundieron en su cintura pálida y el chico se arqueó a un lado, dejó salir un jadeo de dolor y buscó los ojos ajenos. Estaba enojado, pero excitado, no entendía de qué se trataba esa mala broma. La otra mano le seguía sujetando una muñeca.

—Sal... conmigo entonces. No bromees, quiero hacerlo. Voy a morirme si sigo así. — Hyunwoo tenía los ojos clavados en su figura, era tan blanco y su expresión deseosa y dulce lo enloquecían demasiado. Parecía un niño caprichoso, sintió las piernas del chico alrededor de sus caderas, se trataba de pegar a él. Hyunwoo no pudo evitar reírse, sus ojos se hacían pequeños y sus dientes de ardilla quedaban al descubierto.

— No te vas a morir. Bien, si sales conmigo... no puedes estar con nadie más. En serio lo digo, no me gusta compartir. Y menos las relaciones abiertas. — una vez más el chico aseguraba sus puntos, apoyando la nariz sobre la mejilla ajena. Hoseok se estiró a un lado y el más alto se encarnó en su cuello, volviendo a dejar pequeños mordiscos, mucho mas amables que los que le había dejado días atrás. El castaño todavía tenía la marca de sus dientes en su mejilla.