My sweet daddy - Especial +18

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🕙 Segundo aniversario llegando ~

Hoseok miraba relajado la televisión, entre sus brazos estaba un peluche gigante marrón con forma de oso que apretaba de a ratos. Su cabeza se hundía con calma, frotándose contra la tela suave mantenía un rostro ligeramente apenado, con las mejillas infladas. Tenía puesta solo su ropa interior y una bata blanca arriba, se había duchado antes de que el más joven llegara. Un poco más lejos se escuchaba el sonido del grifo de la ducha y aún más lejos una tormenta azotaba las calles con fervor iluminando la ventana de a ratos. Su cuerpo musculoso había tomado aún más forma y sus cabellos ahora eran de un rubio brillante que le restaba años a su apariencia. Hyunwoo salió del baño un rato más tarde con una toalla en la cintura, secándose distraídamente la cabeza con otra más pequeña. Era viernes y hacía no demasiado había llegado del trabajo con sus habituales manchas de grasa y aceite.

Los ojos del pálido se dilataron en un menos de un respiro al verlo y se incorporó rápido sobre el suelo. Sus rodillas cayeron por inercia a los pies ajenos y en segundos su boca estaba llena de él. Con ambas manos se sostenía mientras engullía su virilidad, tragando la carne y bombeándola dentro como si fuese lo más importante que tenía en ese mundo. Literalmente no le había dado tiempo de pensar al otro que se encontraba totalmente distraído.

— A-ah. Tranquilo. Ey. Solo me estaba bañando. Ah. — los ojos de Hoseok le miraban hipnotizado, casi al borde del llanto y se abrazó con fuerzas a la cintura ajena, estampando su propia cara contra la entrepierna con fuerzas. Hyunwoo no podía moverse, cuando el mayor comenzaba con eso no había forma de detenerlo. Y por lo mismo el rubio lo hizo hasta que le sintió correrse y tomó cada gota en su garganta y estómago. Cuando salió se aseguró de limpiarle y espero sus caricias. Hyunwoo pasaba la mano por su cabello y nuca, casi temblando, haciendo presión para que se levantara logrando tenerlo en frente, tan solo unas cuantas pulgadas más abajo. Su novio era precioso pero algo olía realmente mal en su actuar esa vez. Parecía más desesperado de lo habitual y no era la primera vez que hacía eso debido a haber cometido un error.

— ¿Qué hiciste que te pones así? — preguntó de una vez el moreno, sus mejillas rojas y sus labios hinchados de haberlos mordido tan fuerte para no gritar en el climax. Hoseok se abalanzó y se abrazó a su cuello, era como los perros que no tenían noción de su tamaño y peso. Hyunwoo tenía que hacer mucha fuerza para sujetarlo cuando le dejaba todo el cuerpo en los hombros. Al final terminó trastabillando hasta la cama, acomodándolo como pudo debajo de su cuerpo.

— Me besaron. Pero yo no fui. Hyunwoo yo no fui. — el llanto se escuchaba de repente. El perfecto rostro que ahora mismo solo tenía una fina capa de maquillaje desbordaba en lágrimas y se caían gotas negras por la sombra de sus ojos. Siempre estaba maquillado, el moreno no creía haberlo visto más de una vez sin pintura.

Hyunwoo le observaba con calma. Le había acomodado en la mitad de la cama y estaba sobre él, cuidando de no dejar caer su peso arriba. Despacio subió una mano y limpió una gota con el dorso del dedo. Su pareja lloraba tanto que de a ratos se ahogaba consigo mismo. Resultaba maravilloso como es que seguía siendo tan bonito aún en ese estado.

— ¿Hace cuánto fue que lloras tanto? ¿No te animabas a decírmelo? Hoseok. Oye. — Hyunwoo tuvo que tomarle con cuidado la mandíbula y ponerla recta para poder conectar las miradas. El rubio inflaba sus morros y mordisqueba sus labios. Era exquisitamente adorable y Hyunwoo estaba desesperado por saber quien le había besado para romperle toda la cara al responsable.

— ¿O acaso lloras porque no me quieres decir quien fue? — le sintió removerse, Hoseok buscaba girarse, ambos luchaban por la posición hasta que el rubio estiró los brazos y se abrazó al oso hundiendo del todo la cabeza logrando que Hyunwoo resoplara molesto.

Red lips [Showho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora