II

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El porro ya estaba casi consumido, y eso que era una L, y yo no había abierto la boca.

Miré a Drew, sus ojos rojos mirando a la nada me recordaban a aquellas noches de bebida y porros consumidos en el cenicero.

Aquellas noches eran nuestra liberación, llorabamos, reíamos, nos relajabamos y disfrutábamos.

Si hubiese un género de música para describir esos momentos sería el "Aesthethic", tan de "chill", a la vez triste, a la vez melancolíco, a la vez alegre.

De echo, lo estaba escuchando ahora. Tengo el casco de la oreja derecha puesto mientras escucho 'Lips - Tomppabeats'.

Está melodia me encanta, me hace imaginar la pasión de un beso, el tacto de unos labios carnosos y suaves, la temperatura ascendiendo poco a poco mientras que ambos cuerpos se funden en uno.

A veces no se si tomarme mis pensamientos como algo sucio o como algo artístico, soy rara.

Escucho la voz de Drew sacandome de mis pensamientos.

-Llamita toma-. Me pasa el porro, lo cogo y le miro. -Terminatelo-. Asiento y cierro los ojos mientras inhalo el humo por el cartón.

Cierro los ojos y en mi auricular empieza a sonar 'You Eyes - Joey Pecoraro'.

Con las caladas siento que mi cuerpo pierde su sensibilidad y mi mente relajandose, olvidándose de todo.

Inhalo una vez más, mantengo el humo en mis pulmones durante unos 40 segundos y luego lo expulso.

Bajo mi vista hasta el cartón y el fino papel de liar que hay a su alrededor. Los labios de él chico ojiverde tocaron esa misma zona hace poco. Relamo mis labios.

Dios, que estoy haciendo, creo que la María que lleva es algo fuerte y he perdido el sentido común. O tal vez sus ojos verdes son la razón porqué lo he perdido.

Me atrae, y mucho, aunque, no es mi tipo. Drew me contó que era un cerdo, y según lo que he oído, lo es.

De los rumores no me fijo tanto, hay rumores sobre mi que son complemente lo contrario, puede pasar lo mismo con esa gente, con él.

Él.

Tiro el porro y cambio de canción, necesito salir del trance en el que estoy. Cambio de canción a 'House Of Gold - Twenty One Pilots'.

Me anima un poco y de verdad, necesito distraerme.

Miro hacía el rubio que está conversando con los demás.

-O eres tímida o llevas una fumada con la que ni te puedes mover-. Giro mi cabeza para ver a la chica peliazul a mi lado.

-Ah, hola...¿Vanessa?-. Ella asiente.

-Llamame A ne-. Sonríe. Su sonrisa es muy dulce y transmite confianza, me recuerda a Luna.

-Oye Anne, ¿a quién habéis comprado la María?-. De verdad, necesito saber quién es, me conozco a todos los camellos de la ciudad y sus mercancías, pero, tal vez es nuevo.

-Secreto-. Sonríe de lado. -Es muy suave, ¿no me digas que te ha pegado fuerte?-. Si con eso se refiere a que me he relamido los labios pensando en alguien que acabo de conocer entonces sí.

-No, era por saber solamente, estoy relajada pero soy consciente de mis actos-. Aunque hace unos momentos he entrado en el país de las maravillas de ese moreno.

-Oye-. Digo llamando su atención -¿Qué tenéis con el color verde? ¿Una especie de seña de grupo o una coincidencia sin más?-. Comento. Ríe.

SLAVE [Las Crónicas Marchitas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora