Introducción

3 2 0
                                    

Libros, necesito libros, pensar que años atrás los aparatos tecnológicos cargados con baterías de litio estaban ampliamente difundidos y regían nuestra forma de vivir; te despertaban, te ayudaban en tus tareas, en tus trabajos, y un sin fin de posibilidades hoy obsoletas. En síntesis facilitaban nuestra vida, ¿y ahora qué? Me encuentro recorriendo caminos tapados de nieve buscando comida, agua y libros. ¿Dónde estás esos malditos drones que te traían la pizza hasta tu casa?, ¿Aquellos lentes que te conectaban con el mundo?, ¿De qué sirven ahora? Yo sé la respuesta, de nada, no tienen más valor que un poco de combustible toxico. Tras el colapso de las líneas eléctricas no son más que inservibles pisapapeles.

Para lo único que ha servido la tecnología digital ha sido para volvernos inútiles y aislarnos unos de otros. Nos volvimos muy dependientes de ellos, tan así que no podemos valernos por nosotros mismos como los hacían nuestro antepasados hace más de diez mil años. Esto puedo confirmarlo por mi propia experiencia a la semana del desastre, en la que no sabía qué hacer, qué buscar, a dónde ir y cómo hacerlo sin ser atacado o morirme por la radiación.

Ahora me encuentro buscando libros y demás objetos que pueda quemar sin morir intoxicado. El invierno está a la vuelta de la esquina, bueno, invierno es un decir, ya que todo el año está nevando, pero durante los meses de Julio las tormentas y nevadas aumentan en un 200%, las nevadas pueden cubrir hasta edificios de 6 pisos de altura.

Hay quienes piensan que nos lo buscamos, si claro, como si siete mil millones de personas desearan un holocausto nuclear a la vuelta de su casa...

CNSI-PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora