Hoy es el tan esperado día en el que Josh se une a nuestra oficina para poder aprender. Ha pasado casi una semana desde que subió, en la que ha estado recibiendo tratamientos y clases, para aprender un poco el funcionamiento del lugar y para tratar de curar su amnesia, cosa que ha resultado imposible.
Para las personas que llegan a este lugar con más de dieciocho años se realiza otro proceso de formación, ya que tienen menos tiempo para aprender todo lo que otros hemos aprendido en más años. Por supuesto, hay casos y casos. Pero, en general, suelen recibir tratamientos de entre una semana y un mes, y al mismo tiempo, realizan algunas clases para aprender los reglamentos y los sistemas de funcionamiento; pero, sobretodo,les preparan para trabajar. No todos acaban trabajando en las centrales de vigilancia al igual que yo, son capaces de elegir el trabajo que quieren, ya que el abanico de posibilidades es incluso más amplio que en la Tierra. Aquí, a parte de que hay muchos puestos de trabajo en muchos lugares diferentes, no se tiene en cuenta las formaciones de cada uno. Aquí, lo único que se tiene en cuenta es lo mucho que lo deseas; si así lo quieres, lo podrás tener. Es cierto que para algunos puestos hay que saber ciertas cosas de antemano, pero antes de rechazarte, te las enseñan. Creo que eso es lo que más me gusta de este lugar.
En este caso, Josh ha decidido trabajar en la protección de los pueblos ya que no cree tener alguna otra habilidad. Y no está equivocado para nada, porque la única habilidad que posee es ser odioso. Aun así, aborrezco la idea de tener que estar al lado suya durante tanto tiempo y maldigo a aquel que decidió ponerlo en la misma sala que yo. Me pregunto si el que lo ha hecho conoce nuestra relación y ha decidido que sería una buena forma de fastidiarme o, simplemente, ignora lo ocurrido entre nosotros y le ha puesto aquí por la mera razón de que este también es su pueblo. Quiero decantarme por la segunda opción, pero me sigue pareciendo descabellado que hayan permitido que esto ocurra, porque ambos Matt y yo sabemos que no va a acabar bien.
Sin más dilación, me acerco al edificio donde se encuentra nuestra oficina, sin miedo a usar las alas. Me tomó un tiempo acostumbrarme a ese hecho cuando llegué aquí la primera vez; al principio no las usaba para nada y, una parte de mí, estaba horrorizado, pero conforme crecía empecé a usarlas más y, a día de hoy, me son imprescindibles.
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Skyfall
FantasyDicen que la vida y la muerte son complementarias, como hermanas siamesas; sin una, no hay otra. Pero, ¿qué se esconde realmente entre medio? Nadie podrá saber nunca si aquella luz que brilla al fondo del túnel es la luz de una nueva vida, o el últi...