Entonces para evitar un problema mayor, intenté denunciar la desaparición de mi cédula. Mayor perdedera de tiempo no he vivido. El rebote entre tres sedes no es de Dios, nadie quiere trabajar, engañan con las estadísticas de robo, gastan dinero en cosas sin sentido... Ésta mierda es lo que ha causado el socialismo, gente vaga que engaña y le encanta lo fácil sin esfuerzo.
La descomposición social de este país cada día es más grande, cada segundo que pasa siento que no hay esperanza, que hay que salir corriendo. Se va a necesitar medio siglo para que siquiera volvamos a ser algo que valga la pena llamar país. Ya entiendo porque somos la vergüenza y la burla del mundo. Me parte el alma hablar así de mi país, pero no puedo negar la realidad. Me duele irme de mi país, pero no puedo seguir desperdiciando mi juventud, no puedo seguir dependiendo de las decisiones de otros. Estoy harta.
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170 días sin ti
Teen FictionMi novio y yo hemos tomado la decisión de irnos del país. Pero para lograrlo, él se ha ido primero.