Capitulo II

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Por la tarde camino a casa recorrió Nicholson Street como de costumbre; observaba las hojas caer de los árboles al compás del viento, sentía la brisa nocturna aproximándose, sin querer recorrió un par de calles más, al darse cuenta dio marcha atrás pero algo lo detuvo; algo de aquel lugar que tenía años sin pisar lo llamaba; caminó a paso lento hacia el pequeño parque; al avanzar parecía como si fuese la primera vez que se encontraba ahí, caminaba con cautela, observando detalladamente aquel lugar; llego a lo que solía ser una especie de patio de juegos se puso a recordar los momentos cuando niño en ese lugar, recordó los días en que jugaban los niños en el parque mientras el observaba los engranes de los juegos recreativos, las cuerdas de los columpios, los tornillos y las estructuras de los toboganes; se adentró lentamente al patio de juegos aun con cierta inseguridad; entonces se recostó sobre el pavimento del viejo patio, una escena en verdad deprimente, un patio vacío y abandonado, en el que solo los recuerdos de los días de gloria quedaban, así se sentía el, ese lugar le parecía reconfortante, sin darse cuenta, anocheció; el cielo estrellado agregaba una especie de calidez al frío de la noche, la luz de la luna bañaba su cuerpo de pies a cabeza; pensaba en el chico que un día fue, a providencia de los recuerdos encendió un cigarrillo; recuerdo tras recuerdo, cigarro tras cigarro el tiempo transcurrió; los recuerdos le llegaron como balas a la cabeza, mientras, la noche abraza con ternura a aquel ser solitario, atormentado con su pasado.


"No me siento tranquilo estando en casa, me aburre este lugar, ¡su aire es tan pesado!, me siento prisionero incluso estando en mi habitación"

Cada día que pasa se siente peor, no tiene hermanos, su padre trabaja todo el día y su madre... su madre murió dando a luz, nunca conoció la calidez de una madre. Aún con el sentimiento de que algo falta a su vida; lo que un día amo ya no lo llena de la misma manera, ni sus libros, ni la música, incluso las caminatas nocturnas le parecen vacías y no siente ya la tranquilidad al escribir.

Tomo su mochila y decidió salir a explorar nuevos lugares, sin importarle lo lejos o lo cerca que estuvieran, caminando comenzó a recorrer las calles de su vecindario, camino todo Boulevard Beechwood; al andar por el vecindario el chico llamaba la atención por como vestía, a más de ser apuesto; usaba playeras totalmente lisas y de manga larga o 3/4, negras o grises todo el tiempo, Jeans ligeramente ajustados de mezclilla oscura o negros, botas de piel sintética color negro, en la cabeza siempre llevaba un gorro negro, buena parte de su cabello sobresalía de él, su pelo alcanzaba a cubrir partes de su rostro, siempre cargaba sus auriculares blancos con el cable oculto bajo la playera, en realidad parecía un chico cualquiera, un poco distraído...

Jayden BellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora