Él está aquí [MEANIE]

🍃9🍂

SeungCheol estaba sentado en la sala de interrogatorios, le habían quitado las esposas. Mantenía la cabeza gacha esperando que llegara el oficial a cargo. La puerta se abrió y un hombre de mediana edad se hizo presente en la habitación.

- Hola – dijo aquel hombre – si colaboras no habrá problemas.

- Pregunte lo que quiera – contesto SeungCheol encogiéndose de hombros.

- Bueno empecemos por – tomo asiento frente a SeungCheol – ¿Por qué mataste a dos personas y enviaste al hospital a una? – dijo serio, SeungCheol se limitó a asentir.

- Ellos me engañaban – dijo al fin – me engañaron durante años.

- Tengo entendido que el amante de tu novio era uno de tus amigos – aquel oficial revisaba el expediente.

- Solo fue una rata más en la que no debí confiar – soltó simple.

- Así que lo hiciste por un engaño – dijo aquel oficial – pues es algo muy serio – hizo una mueca – mataste a dos personas muchacho.

- Lo sé – asintió – pero de todas formas morirían.

«Solo queda uno»

Había enviado a los hombres a su cargo a realizar los otros interrogatorios, aquel muchacho que se encontraba frente a él lo desconcertaba. Una mirada nerviosa y sus manos aun llenas de sangre además de una sonrisa siniestra, un escalofrió recorrió su espalda cuando volvió a la sala de interrogatorios.

- Lee JiHoon – leyó el expediente – háblame de él.

- En serio – rió SeungCheol sin gracia – ¿Qué quiere que le diga?

- Lo que quieras – se encogió de hombros.

- Bueno – se llevó la mano a la nuca – lo conocí en la secundaria, un chico bastante serio y normal.

- Del que te enamoraste – asintió el oficial.

- Si – asintió – pero nunca debí confiar demasiado en él.

- Ni en JeongHan – completo el oficial.

- Exacto – se cruzó de brazos.

- ¿Y por qué le disparaste a Mingyu? – pregunto.

- Él lo sabía también – suspiro – él sabía que me engañaban y aun así se mantuvo callado.

- Pero todo secreto al final sale a la luz – sonrió – supongo que te has declarado culpable.

- Ya lo dije – ladeo una sonrisa – yo los mate, a los dos les dispare justo aquí – se llevó la mano hasta la cabeza.

- Y a Mingyu...–

- Mingyu no debe morir aun – negó – aunque no creo que falte mucho para que muera también.

- ¿Por eso le disparaste en el pecho? – pregunto.

- No exactamente – suspiro – Mingyu se movió ¿sabe? La bala de seguro le rompió una costilla o dos.

- ¿Algo más que agregar? – pregunto el oficial, escribiendo en el expediente.

- Por supuesto – sonrió SeungCheol – de seguro le encantara esta historia.

- ¿De qué hablas? – frunció el ceño y se puso de pie.