Parte 23: Remembranza

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Raeb se miraba al espejo, se había peinado formando una corona en forma de Y en la parte trasera de su cráneo, con su largo cabello formó dos trenzas y las unió con un broche retocado con detalles dorados y pedrería que formaba una manzana.

—Su majestad la nave aguarda.

Afirmo Shajae en tono formal.

—Bajare en un minuto.

El rey volteo su vista a un perfectamente ordenado cuarto de color azul naval, los mueves y puerta blancos resaltaban e iluminaban con ayuda de las ventanas que colaban la luz del sol.

Raeb apreciaba sus facciones, sus mejillas, sus ojos, incluso su ondulado cabello estaban lejos de ser desagradables para él, pero lo que más resaltaba es una cicatriz en su muñeca que probaba la crueldad de la reina en sus días menos gloriosos.

Raeb se separó del tocador para dirigirse al armario en busca de un abrigo largo, encontró un precioso abrigo negro con detalles de piedra en las solapas, noto que tenía peso extra sacudió el abrigo en busca de lo que lo generaba, finalmente se encontró con una pequeña caja.

—¿Su majestad?

—Bajo en seguida.

Respondió escudriñando la caja con la mirada, varios recuerdos vacíos llegaron a su mente mientras guardaba el peculiar objeto dentro de su abrigo.

El pequeño objeto era de un color plateado, a pesar de ser pequeño contenía algo en su interior que después de que los recuerdos vacíos volvieran la volvían pesada.

El monarca salió de la habitación dirigiéndose hasta las escaleras principales donde trataba de hacer remembranza de donde había visto aquella caja, a medida que avanzaba más y más su mente se nublaba con recuerdos vagos de ese peculiar objeto fue entonces que la duda entro en su mente.

¿Qué contenía?

¿Quién pudo haberla dejado allí?

—¡Raeb!

Su mente volvió al suelo mientras Wadi era sostenida por las manos de Aquiles el cazador. En el pasillo principal que llevaba a los helipuertos.

—Los avances en los guardias espejo están listos así como la presentación para la cumbre.

—Eso es excelente.

—El señor Poledin solicita acompañarlo para la presentación.

—Infórmale que enlazaremos una transmisión con él, por cierto ¿cómo van los perfiles que diseñe para la corte?

—Están casi terminados, igual que la construcción del cuervo, hablando de transporte ¿requiere personal en especial de seguridad?

—Supongo que eso nunca está de más, dile a Malaru, los Andersen y a Gilda que hoy es su día de suerte.

—En seguida.

El rostro de la chica se desvaneció en el vacío del espejo negro, dejando el rostro del rey al descubierto.

—¿Está mi equipaje ya en el dragonfly?

—Considerando todo... si- respondió el cazador imitando la voz de la genio

—La próxima que intentes hacer eso te matare.

—Vamos su majestad solo fue un juego.

Raeb lo miro, esta vez encendiendo sus ojos de color rojo.

—Ok lo dejare.

—Buen chico.

Raeb camino hasta la plataforma donde un vehículo similar a un helicóptero aguardaba por el piloto y algunos cuantos pasajeros más.

Historias Oscuras y Viejas © (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora