Historias Oscuras y Viejas © (Completada)

Parte 31: Piedad

"En el invierno Nieve Blanca encendía el fuego y colgaba la caldera sobre el fogón. La caldera era de cobre y brillaba como el oro, de lo tan finamente que la pulían. Por la tarde, cuando los copos de nieve caían, la madre decía,

-"Ve, Nieve Blanca, y échale el cerrojo a la puerta,"-"

Nieve Blanca y Rosa roja--Los hnos. Grimm

***soundtrack: busca la palabra en negrita***

Raeb se dirigió hasta Ozwood con paso seguro .

—Bien considerare una alianza con Oz a cambio de una renegociación privada con el gabinete oficial de esmeralda y el presidente Oscar en persona.

La transmisión del noticiero sostenida en el espejo de Red no mentía, aparentemente la situación podría ser agitada con Oz pero no lo suficiente para alivio de la princesa fugitiva.

—Esto me da mala espina- exclamo nieves tomando la llave de tres cuartos del cajón de herramientas

—Y no es lo único que paso anoche–exclamó Red con el rostro inexpresivo

—Cuatro nombres aparecieron después de ti en la lista de los más buscados.

Nieves se llevó un tornillo entre los dientes mientras bajaba a la parte inferior del vehículo.

—Déjame adivinar.

Nieves colocó el tornillo en el orificio de la carcasa que protegía el motor de la nave

—Ulv, Rose, Esme y Pino

—Tres nombres bien y uno mal–afirmó Red con una sonrisa sarcástica en su rostro; Nieves salió de la parte baja del vehículo

— ¿Quién más podría ser?

—El príncipe Wilhelm aparentemente–exclamó Red dando un sorbo a su café caliente, café que había sido traído Gracias a Esme, quien había puesto velas limpiadoras sobre los vehículos que necesitaban limpiarse y protegerse del frío.

La princesa se levantó.

—Estamos en peligro ahora más que nunca, pero aun así aún estoy preocupada, por un chico que conocí, ahora mis decisiones no pueden ser peores.

—Ya hay carteles virtuales en los proyectores de toda la ciudad, no hay superficie que no haya sido informada.

-—Tenemos suerte de tener identidades virtuales falsas y que hay gente de nuestro lado.

La Princesa, caperucito y Esmeralda habían madrugado, pera ir al almacén y trabajar en los suspensores mejorados, las preocupaciones habían cambiado y pronto todos estarían seguros, tan pronto estuvieran en territorio neutral de los reinos en Nevermoore, los productos que habían sido salvados en Transyl, no habían tardado en aliarse con la princesa y tratar de tomar venganza por lo que paso con su hogar, pero algunos grupos estaban reacios, algunos incluso tomaron partido por el rey oscuro.

Nieves, Esme y Red trabajaron en los vehículos lo más que pudieron, al menos hasta la tarde en cuanto volvieron a la catedral y el clima comenzó a disminuir, la princesa se colocó un viejo suéter blanco con patrones purpura hecho por Red, mientras este mantenía registro de notificaciones, con Pino, quien al parecer se había vuelto la mano derecha del muchacho.

Mientras subían las escaleras hasta su hogar en las torres los muchachos intercambiaban ideas de como seria en cuanto llegaran a la cabaña del leñador y si es que de verdad estaba encantada, muchos hablaban sobre siete espíritus que habitaban el lugar y le hacían travesuras descaradas a los visitantes, algunos incluso afirmando que eran asustados por ver el rostro de los horribles seres.