Nuestra historia, aunque no sea de amor [En edición]

El arte y la guerra

El arte y la guerra fuimos nosotros mi amor, quién lo diría, que entre estas dos almas perdidas se podría dar lo que se dio; no sé cómo hacer esto, en realidad no lo sé, el escritor eras tú, quien ponía trabas en cada verso que con amor te escribía, eras tú.
"Qué tu poema tiene más de ocho sílabas por verso"
"Qué tu escrito no cumple con las normas"
"Qué aquí, qué allá"
Y justo antes de tirar el papel al suelo, me daba la vuelta y del brazo me tomabas para montarme en tus piernas y decirme, que aunque no tuviera lo que debía tener, para ti lo tenía todo.
Entonces yo te besaba y corría a pintarte en mi lienzo blanco como tus dedos, a pintarnos a nosotros fundidos en el arte, porque tus versos eran los más preciosos y mis pinturas las más inquietantes.
Porque tú y yo, éramos más de lo que la gente sabía, de lo que se murmuraba.
"Pero mira nada más que amor tan puro, pero cómo no estarlo si ambos son artistas" se murmuraba entre quienes nos conocían.
Y tus besos, tus besos eran la más clara poesía que movía mis versos por tu amor, y tus manos eran los pinceles más perfectos que podía alguna vez sostener, me había enamorado de ti, te habías enamorado de mi. Nos habíamos enamorado.
Y aunque nunca te lo dije, jamás creí enamorarme de un artista, quizá ese fue nuestro error.
Quizá por eso rompimos.