Capitulo 4

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Cuando salimos de clases lo primero que hice fue dejar mi mochila como si fuese una alfombra que en casa podían pisar sin piedad. Me quité los zapatos y me lanzé sobre el sofá estirando mis piernas y brazos – hogar,dulce hogar,¡por fin! – pero, no todo puede ser color de rosa siempre.

Sonó el teléfono de la casa, por lo que tuve que levantarme del ensueño con fastidio. Levanté el auricular.

-¿Diga?.

-_________,¿te fijaste la comida que te dejé en el microondas?. – recién llegaba y ya me estaba mandando. –

- No, mamá. Acabo de llegar. – mentira. Llegué hace cinco minutos. – eso significa que llegarás tarde del trabajo.

-¿Qué comes?, que adivinas. Llegaré un poco pasado de las ocho. ¿Me disculpas?.

- Claro - contesté sarcástica. – nos vemos pasada las ocho. – repetí. –

-Pasado las ocho. – fue lo último que dijo antes de colgar. Dejé el auricular en su lugar y suspiré. – Siempre es lo mismo, no tendría por qué estresarme – caminé a la cocina y abrí la puertita del microondas,efectivamente,un plato de lazaña,muy apetitoso se encontraba resposando allí,sin moverse.Le miré por unos segundos más – aún no tengo hambre – y cerré la puertita.

Me di una ducha y me cambié de ropa,porque a las cinco era el partido de mi novio.Me envolví en una toalla y abrí el closet para seleccionar unos jeans azules y unas vans negras,y sin dejar pasar desapercibida la playera que me regaló Suho ,de manga corta y blanca que tenía su número: 10.

Una vez lista y maquillada, bajé a la cocina con mi bolso de flores y encendí el microondas para comer lo que me dejó mi madre. Esperé pacientemente mientras me preparaba una taza de té que dejé sobre la mesa al escuchar el sonido del aparato avisándome que ya había terminado su sesión de calentamiento.

Amor, no olvides asistir al partido de futbol a las cinco, te amo,Suho.

¿Cómo voy a olvidar aquello?. Por algo me cambié y arreglé para asistir a ese partido, que era tan importante para él, como todos a los que he asistido desde que estoy junto a él.

Terminé de almorzar, aunque, no sé si a las cuatro y veinte era una hora prudente para hacerlo, pero, en fin. Me cepillé los dientes y salí de casa, conduciendo uno de los tantos autos de mi madre, este era el tercero que obtenía por su destacado trabajo,y otro que ella estacionaba en el supermercado para irse a su oficina. Aquel jeep era envidiable por mi ser, pero, se lo merecía por lo buena madre y padre que ha sido desde hace diez años, cuando mi padre falleció en un accidente de avión, a los cuales le he tomado un miedo inmenso.

Suho me ha ofrecido en diversas ocasiones a viajar por Londres una semana entera, pero, lo he rechazado. Porque el vuelo es terrible, ¿y cómo acepté viajar a Moscú con él si tengo que tomar un avión de todas maneras? – pero, que estúpida. Me quedan tres minutos antes de que comience el juego, mejor me apresuro – un semáforo en rojo me detuvo. Golpeé el manubrio con mis manos en una sincronía, con el mismo ritmo de la radio y su música entretenida. Me encantaría que anunciaran: Suho ,un artista destacado en la música desde que tiene memoria, hoy nos deleitará con su nuevo singley, que sé yo. Él tenía una voz que agudizaba mis sentidos. Así fue como me conquistó, no necesariamente dedicándome sus goles,porque,odiaba el futbol – hay que ser sincera,lo odiaba realmente y creía que los jugadores eran unos cretinos por tener a las mujeres a sus pies – pero,Suho cambió esa perspectiva y opinión fastidiosa sobre ellos, demostrándome que ellos – o al menos él – tenía bajo la mangas otras opciones y talentos que ofrecer,más que lanzar un balón.

Me estacioné fuera del establecimiento,y por lo que pude notar,los estudiantes llegaban por montón.

- ¡_________!,viniste. – me tomó por sorpresa mi cuñada con una gran sonrisa. –

- Si,no me podía perder el partido de mi novio. – comenté con emoción. –

- Ven,sentémonos juntas. – me jaló de un brazo y caminamos hacia la cancha, donde chiflaban y gritaban cantos para animar al equipo. En una esquina estaban ambas porristas de los dos equipos que participarían esta tarde. Saltando como monitos,según yo,porque otra cosa mejor que hacer no tenían. – queda un minuto. – anunció indicándome el reloj del tablero . – -

Buenas tardes estudiantes. – mencionó por el micrófono el presentador. – hoy tenemos dos equipos magnificos que nos demostraran quien es el mejor. – en ese momento ingresaron los dos equipos,y mi novio en la delantera con Leeteuk,bordeados por la seriedad.Quise reir porque,Suho no es para nada serio,y mucho menos Leeteuk. –

- ¡Vamos, Suho !,¡tú puedes patearle el trasero a esos ****as!. – gritó Suzy.Reí por ello y grité junto a ella.El arbitro dio comienzo al juego y rápidamente se volvió una locura.

Dieron el toque de timbre para el primer tiempo de descanso.

Con Suzy nos sentamos y a mi ya me dolían los pies de tanto saltar en esa banca,nunca nos quedamos sentadas.Y el público que se encontraba detrás de nosotras no le dejábamos ver con nuestras figuras.Pero,no le hicimos caso,porque estábamos empecinadas en ver a nuestros amigos ganar.

- Un momento,iré a comprar una botella con agua mineral,¿quieres?. – le ofrecí a mi amiga.Ella asintió. –

- Si,ve.Yo te cuido la mochila.

- Gracias. – dije y caminé abriéndome paso por entre la multitud,gritándole al Señor que se paseaba con un carrito de diversos tipos de bebidas. –

- Digame,señorita. – me sonrió.

- Dos botellas de agua mineral,por favor. – le indiqué con los dedos. –

- A mi me da una botella de jugo,por favor. – abrí los ojos con sopresa,puesto que,ningún profesor se le ocurría la idea de quedarse haciendo hora para asistir a un partido.La mayoría de ellos eran perezosos. - ¿Señorita _________?. – me sonrió. -

Locamente enamorada de mi profesor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora