Capitulo 1

22 0 0
                                    

Abri mi casillero con pereza, pues hoy era mi primer día de clases, el cual odiaba porque me quito el comienzo de mis "vacaciones en Moscú", con mi novio Joseph, dicho hombre de cuerpo claro, labios rosados y definidos, extrañaba su locura, por presenciar una vez más, una estremecedora escena que me empapaba, senti un leve sonrojo en mis mejillas y cerré el casillero. Aquel no tenia la culpa de mi enojo por regresar al instituto. Me sente en uno de los bancos correspondientes, frente al pizarrón y cerca de la voz del profesor que ingresaría por esa puerta desgastada por los años, pero, que ironía... Con todo el dinero que recibía del Gobierno Coreano, ni siquiera se inmutaban en reparar lo que se estaba cayendo por los años de uso—Yo y mis reflexiones, como si ayudaran con magia a arreglar los daños irreversibles. —La cuestión aquí era simple y precisa: sentarme en el primer puesto frente al escritorio del profesor porque tenia dos problemas: usaba lentes de descanso debido a mi poca visibilidad y la contraluz que me daba el pizarrón cuando me sentaba al final, el segundo y mas irrelevante, era que, soy medio sorda y me distraigo muy fácil con el resto de mis compañeros cuando el individuo "intenta" explicar la materia que pasara las dos malditas y estresantes horas que transcurrían como un reloj de arena. No es que me aburran TODOS los profesores, si no que hay uno que otro que explica la materia tres veces y de diferentes maneras, ¿Cómo es que hay alumnos que no entiendan a la primera?,  ¿tan cabeza hueca son?. Todos se pusieron de pie porque ingresaba el director del establecimiento, y carraspeando, me puse firme ante el y con los ojos expetantes por su seriedad.
—Buenos dias jóvenes. -anuncio en un saludo, nosotros le seguimos con el "buenos dias director ", al unísono. -lamento informarles que su profesor de historia se ha retirado del establecimiento por asuntos personales que no logramos entender por lo que hemos contratado a un sustituyente. Pase porfavor. - miro hacia la puerta un hombre que le calculo unos 24 años o mas, y con una sonrisa nerviosa, nos asintió con la cabeza. -El es Mark su nuevo profesor de historia y geografía, espero que lo atiendan bien. - nos advirtió. - o de lo contrario, habrán represarias en su contra. No quiero castigar en detención a alguna de ustedes por su falta de respeto. Que tengan buen comienzo de clases. Permiso. - Se retiro y cerro la puerta levemente. Me sente en mi banco nuevamente porque el lo pidió. —Bien... - dijo carraspeando y acomodando su suerte. Se acerco a su bolso y de el saco un plumón para anotar con su legible letra su nombre. –Como dijo el director sere su nuevo profesor de historia, mi nombre es Mark Tuan y pueden llamarme Mark si gustan, no pretendo aburrirlos con mi clase como el profesor anterior, escuche comentarios desagradables de el y lo que menos quisiera es aturdirlos con la mia, espero que nos entendamos. - su voz era suave y cautelosa. Aunque, se le notaba a leguas que estaba mas nervioso que un niño al entrar al Kinder Garden. Pero le asentaba ese nerviosismo. Un papel cayo por sobre mi cabeza y mire al suelo, gire mi cabeza hacia atras y mire con molestia a mi amiga Suzy que me sonreía avergonzada y me saludaba, me indico que lo abriera y lo recogi sigilosamente mientras nuestro nuevo profesor hablaba con nosotros. - Suzy dice: ¿A que no esta chulo el nuevo profesor?  Mejor que ese asqueroso de lentes pegados con chicle?. Eche una pequeña risa de la que tuve que aguantar, movi la cabeza de lado y le respondo: ¿Cómo se te ocurre escribir semejante comentario?  Se lo lance de vuelta y ella rio por lo bajito. Me acomode en mi silla y estire mis brazos sobre la mesa para pasar desapercibida. —Les dare cinco minutos para que conversen con sus compañeros y luego comenzaremos con la clase ¿entendido? -dijo. Nosotros asentimos con un "si profesor", y de inmediato me di la vuelta encontrándome con mi amiga risueña. —Suzy eres una loquilla. - le dije entre una risa. Ella se mordio el labio inferior. —Es que no me puedes negar que es un papito.

Locamente enamorada de mi profesor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora