Prólogo

561 26 0
                                    

-Déjalo en algún sitio, no nos podemos ir con él.

-Pero es nuestro hijo.

-Nos va a dificultar la huida.

La pareja encontró una iglesia en medio de su fuga. Con mucho cuidado, intentando no despertar al bebé, lo dejaron en la puerta. Llamaron dos veces y se fueron.

-¿Si?

Una monja salió a ver quién había sido. Al no ver a nadie, agachó la cabeza para encontrarse con un bebé de piel pálida envuelto en una manta azul marino.
No tenía más opción que llevárselo al interior de la iglesia.

Continuará...

Lo sé todo sobre ti, Eustass KidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora