"–Me gusta como luce tu cabello blanco...¿Serás mi Khaleesi esta noche? –Sonrió seductora y pasó una mano por mi cabello.
–No sabía que tenías esa clase de fetiches pequeña Kends...seré lo que me pidas, hermosa –ella se rió y me abrazó por el cuello besándome despacio.
Era unos centímetros más alta que ella, así que tuve que inclinarme para besarla, bajé mis manos lentamente hasta su redondo trasero, lo apreté y la hice reír en mis labios capturando su lengua.
Acababa de teñir mi cabello, pasé de un negro intenso a un blanco extremo, lo sé, fue un cambio bastante drástico, pero tenía tiempo planeándolo y Maya estuvo feliz de hacerlo por mí. Ella si pintaba su cabello de todos los colores existententes.
Para mi sorpresa a Kendall le encantó, decía que me hacía lucir más joven y con cara de barbie. El último cumplido no me hizo muy feliz, no sabía si lucir como barbie era algo bueno, me gustaba follarme barbies, pero no parecer una.
–Linda aquí no...–habló muy bajó y se apartó lejos de mi no sin antes dejar un corto besos en mis labios.
–Como sea –me quejé poniendo los ojos en blanco.
Me senté en el patético sofá floreado y subí mis pies a la mesita del centro solo para irritarla. Kendall gruñó y me pegó en las rodillas para que bajar las piernas y se sentó a mi lado.
Me reí y apoyé mi cabeza del espaldal del sofá observándola, tomé su mano y comencé a jugar con sus dedos. No podía quedarme un segundo quieta sin tocarla, comenzaba a pensar que esta reunión sería un desastre.
Kendall me obligó a ir a pasar la navidad con su familia, llegamos una hora antes para presentarme a sus padres, pero no de la manera que yo quería, Kendall le dijo que era su compañera de habitación. Sus padres no tenían idea de que su perfecta y hermosa hija tenía novia.
También me obligó a vestirme "decente", no pensó que lo haría hasta que me vio, con un vestido de verano azul marino con estampado, tacones y un cardigán blanco. Obviamente con la ayuda de Maya, mi vida sería un completo asco sin ella.
–Madre, ella es Samanta, mi compañera de piso –apreté los labios en una pequeña sonrisa y contuve el "hola suegrita" que se me iba a escapar.
La estirada señora me miró de arriba hacia abajo y se acercó para dejar un beso en mi mejilla.
Oh señora, si solo supiera la verdad.
–Es un gusto conocerte Samanta, Kendall habla mucho sobre ti. –claro que lo hace, señora.
–El gusto es todo mío señora Remini, por favor dígame Sam. –o yerna. Estreché su mano con sutileza y ella respondió el apretón –A puesto que Kends le ha contado cómo nos divertimos. –pude ver a Kendall por el rabillo del ojo, se estaba poniendo pálida, me reí para mis adentros.
La señora miró a su hija con la misma sonrisa como pidiéndole que le explicara.
–Ella se refiere a lo de la repostería, te comenté que le estaba enseñando a hornear pastelillos. ¿No te acuerdas? Pues hacemos postres y los vendemos. –habló exasperada
Kendall me dio un codazo y asentí confirmando su explicación.
–Exacto, de hecho traje un pie de cerezas para que lo probara, Kends lo dejó en la cocina. –le sonreí con amabilidad conteniendo la risa.
" y me como el pastel de su hija también, señora." Pensé y me mordí la lengua.
–Oh si claro, tú me hablaste sobre eso por teléfono nenita. Qué lindo detalle de tu parte pequeña Sam, ya vuelvo, iré por más té y probaré una rebanada de ese rico pie.
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Drown.
Short Story"Lo que no te mata, te hace desear estar muerto." Samanta se ve envuelta en un triangulo amoroso entre su novia y su mejor amigo. Ama profundamente a los dos pero no quiere dañarlos. Es imposible tomar una decisión sin que ninguno salga lastimado. ...