No podía creer que estuviera haciendo esto, mi respuesta inmediata sería ''¡Si!'' pero no podía hacerlo ¿Por que? Porque eso partiría el corazón de quien me apoyó, me ayudó y me ha querido todo este tiempo, quien me ha aceptado tal y como soy por un capricho mío y no podía permitirlo.
Claro que moría por estar entre los brazos de Elliot, por sentirlo de nuevo y olvidarme de todo como siempre lo hacía cuando estaba con él, pero no podía.
-Claro que no. Tú a mí ya no me importas, lo nuestro ya no existe y ya no siento nada por tí. Nisiquiera me dan ganas de tenerte en una cama porque ni eso necesito de tí.
-Veo que no has cambiado nada y sigues igual de fría que siempre.
-Como te dije. Ian es igual a mí y por eso nos entendemos y nos llevamos, tú y yo somos otra cosa; nada.
A Elliot se le derramó una lágrima la cual se limpió inmediatamente, conteniendo las demás que explotaban en sus ojos.
-¿Entonces ya no significo nada para tí?- negué con la cabeza.
-No intentes nada, porfavor. Adiós- me levanté y salí de ahí.
qNo encontraba qué hacer, pero me recordé a; Susan. Fui a su apartamento, ella me había dejado su dirección. Cuando llegué ella estaba con resaca.
-¡Hola!- me abrazó.
-Hola, Susan.
-¡Cuanto tiempo sin verte! pasa- entré.
-Que lindo apartamento.
-Gracias, lindo todo menso yo, ayer tuve un reventón salvaje ¿Tú porque te miras decente?
-Porque no reventé ayer, necesito hablar contigo.
-Cuéntame- se sentó con una compresa fría en su cabeza.
Le conté a Susan todo lo que me estaba pasando.
-A ver si entiendo...Tú amas a Elliot, pero tambien te gusta Ian, pero te quedas con Ian porque son iguales.
-¡No!
-Está bien, te quedas con Ian porque ya construíste algo con él.
-Sí, y si regreso con Elliot habré retrocedido todo lo que he avanazado.- dije
-Y con Elliot nunca te vas a llevar como con Ian.
-Además el me quiere y no quiero lastimarlo.
-¡Para para para! ¡Para ahí!...Repite lo último.
-Que él me quiere.
-Después de eso.
-Que no quiero lasti...wow.
-¡Que le hiciste a mi amiga!- me sacudió de los hombros.
-¡Susan!
-¿Qué te pasó ¿Quién te arruinó? ¡Ya no eres mala!- seguía sacudiéndome.
-Puta madre Susan! ¡Suéltame!
-No eres mala, pero sigues siendo grosera, no está tan mal.
-Lo aceptó, me suavicé. Eso pasa cuando quieres a alguien o cuando siente la tristeza tan profunda cuando te rompen el corazón que no quieres que le pase a nadie.
-Osea que no quieres romperle el corazón a Ian porque sabes que duele un fajo.
-Así es.
-¿Y entonces no te importa rompérselo a Elliot?
-Elliot me lo rompió a mí, mientras que Ian no me ha hecho nada malo, no se merece que se lo haga, es quien menos debería sufrir, además si elijo a Elliot sería muy egoísta.
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Diva Adolescente
Teen FictionSi creías conocer la maldad, estas muy equivocada por que la verdadera maldad esta en ella. Que será capaz de hacer solo por obtener lo que quiere? Descubrelo...