El Colegio

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Al fin había llegado el tan ansiado día para Pau, todos los días me preguntaba acerca del colegio, como era, cuántos alumnos había, si era bonito, como eran las niñas, los niños… quería decirle que era un infierno, las chicas unas libertinas, los chicos unos imbéciles, era bonito sí; pero no valía la pena. Tendría que cuidarla como a caperucita del lobo, solo que eran un montón de lobos sin contar a las zorras.

Al llegar como siempre todos me voltearon a ver y no solo porque era un chico popular y tenía a las chicas a mis pies, también por el dinero de papa y esta vez por la morena despampanante que me acompañaba, llevaba su cabello suelto, su cara sin una gota de maquillaje, de hecho nunca usaba, su uniforme que en ella se veía como concurso de modelos en ropa escolar.

- Mati, mi mejor amigo, donde te metiste todo el verano… preséntame a esta lindura – No seas estúpido, me dejaste solo, como me dices que eres mi amigo después de eso – voltee a verlo, con ganas de darle un derechazo, antes de salir de vacaciones, al pendejo se le ocurrió hacerle una broma al profesor de arte, se nos salió de las manos y me descubrieron con la evidencia, como no soy soplón no lo delate, pero el no dio la cara para compartir la culpa, me dejo morir solo, es por eso que me pase todo el verano en el rancho y no en la residencia de la ciudad, aunque bueno no fue tan malo después de todo. – Vamos no te pongas nena que no fue para tanto, ahora preséntame – me dijo acercándose mas a Pau, sentí que mi autocontrol colapsaba, y tomando a Pau de la mano y sin dar explicaciones nos alejamos de el - ¿qué paso Mati?  - Nada Pau es un seudo amigo solamente – oh -  dijo ella sin pedir más explicaciones, íbamos a paso rápido por los pasillos hacia las oficinas por su horario y sus materiales… no quería encontrarme a ningún otro estúpido por ahí, pero no contaba con Pamela.

- ¡Mati! ¿Por qué no me has llamado? Me tienes tan descuidada… - Pamela me miraba haciendo pucheros y moviéndose provocativamente en mí, en otro tiempo me hubiera saltado la primera hora para seguirle, pero ahora no me provocaba más que incomodidad. – No veo por qué tenga que llamarte Pame, rompimos, o más bien me dejaste ¿recuerdas? Por tu chico universitario – oh Mati fue un error perdóname – y fue cuando reparo en Pau y en que estábamos tomados de la mano – ¿esta zorrita quién es?, ¿por eso me tienes tan descuidada Mati? – Cuida tu lengua Pamela – y la deje parada en los pasillo – ok Matias ahora si explícame, ¿qué es todo esto? – En el almuerzo si Pau – ella asintió, recogimos su horario y la acompañe a su primera clase, Francés.

Salí corriendo de mi primera clase, a la de Pau, quería saber cómo le había ido, necesitaba cuidarla hasta el almuerzo y explicarle todo para que no cayera en las típicas bromas de los nuevos, venia caminando acompañada por una chica con lentes, una friki.

- Pau ¿Qué haces? – disculpa – si con ella – le dije señalando a la friki como si fuera una cosa, que lo era – No sé a qué te refieres, ella se llama Diana, mi compañera de francés, me estaba poniendo al tanto de la situación de la escuela, porque la tratas así  -  me dijo en un tono tan calmado y civilizado… porque era tan educada... – mira existen reglas no escritas en esta escuela y en casi todas las del mundo en donde gente bonita no se junta con esta gente  -  ella volteo a ver a la friki y me ignoro – discúlpalo Diana es un poco raro, permite que hable con él, nos vemos mañana en clase – Claro Pau me dio gusto conocerte -  Hablar conmigo qué diablos.

- Mati que te pasa, es una persona, ¿que no vez? – Pau es suicidio social, ellas no son buenas para tu reputación, ¿Qué reputación? No me digas que es como en las películas, que tontería, son gente, que piensa, que siente, ¿Qué te pasa? ¿Piensas que eres mejor porque tienes mejor aspecto? – otra vez ese tono educado de gente racional que no se altera – No me importa el suicidio social Mati, me cae súper bien, y la voy a tratar y no es problema de nadie más que mío. – lo último lo dijo con tanta autoridad que solo asentí. La acompañe a su siguiente clase, algunas de sus actitudes me molestaban, en el rancho solo habíamos sido nosotros dos, así que no hubo mayor problema, pero ahora… tal vez estaba algo neurótico, decidí dejarla sola hasta la hora del almuerzo, no debía ser tan difícil para ella después de todo, lo estaba haciendo medio bien.

Me senté en mi mesa de siempre con mis amigos, aunque yo era popular, no era el más popular, ese era el niño bueno de Isaac, el pobre, es un becado que tiene que salir corriendo a trabajar apenas terminen las clases, según de la boca de las chicas de una neurona, era todo un caballero, sensible, y tierno, no tenía historia de rompe corazones, como muchos de nosotros, solo de ser buen amigo. Estaba pensando en Pau cuando vi que Pamela hacia caer a un friki con todo y su bandeja, el pobre cayó sobre su comida y termino con la cara llena de espaguetis y albóndiga, todos estallaron en carcajadas, hasta que Pau entro a la cafetería, sin pensarlo se arrodillo a donde estaba y lo ayudo a limpiarse la cara con mucha ternura, la cafetería se quedó en silencio observando la escena, ella lo ayudo a levantarse y le ofreció su propia bandeja, el solo dio las gracias y salió rápidamente. No sé si los demás pero yo me sentí mal, con todo esto, me sentí un inmaduro. Ella se levanta como si nada y me busco con la mirada sin percatarse que aun la gente de la cafetería la tenía en la mira y me sonrió con dulzura… me sentí el jodido rey del mundo, esa sonrisa había sido para mí pendejos.

MI NIÑA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora