MI NIÑA.

La Competencia

El día termino al fin y estaba esperando a Pau a la salida del colegio para volver al, aunque teníamos la residencia aquí en la ciudad, Pau prefirió ir y venir del rancho aunque hiciéramos casi una hora de recorrido, al menos mientras se acostumbraba, papa le dijo que si quería podía traerse los perros, ella acepto pero dijo que quería aclimatarse.

Y ahí venia aquella belleza con sus largas piernas y ese uniforme, que nunca antes me había parecido tan sexy.  – Hola, nos vamos – por supuesto señorita adelante – acto seguido abrí la puerta del copiloto para ella. – Gracias – en cuanto aborde el vehículo me dijo – Me comentaron en dirección que tenía que tener una clase extracurricular, ¿Cuál tienes tú? – Futbol por supuesto – y le señale mi chaqueta - ¿Cuál me recomendarías a mí? – no sé, ¿sabes que opciones tienes? – no lo sé, solo sé que quiero una física y una intelectual – ¿tomaras dos? – Pues me dijeron que era lo regular en los alumnos – la verdad que sí, yo aparte tenia jardinería – ella se rio un poco y me vio con chispa de diversión – en serio, ¿porque? – tenía que tener dos clases y jardinería me parecía apacible, la deje el semestre pasado, realmente no fue lo mío – ella reía con bastante entusiasmo – Creo que tomare baile y música… aunque me gustaría también pintura y gimnasia... también fotografía, y ahora que has mencionado jardinería tengo curiosidad – me reí tan fuerte que me sorprendí a mí mismo – pues tómalas todas – sabes que no se puede dedicar el tiempo necesario para desarrollar un buen aprendizaje a más de dos actividades, no sin descuidar algún otro aspecto – levante una ceja y fije mi vista a la carretera, la deje con sus pensamiento, y al fin llegamos, enseguida los sarnosos salieron a recibirla y ella se quedó en la entrada mientras yo subía a mi habitación para bajar a comer.

Al día siguiente, más relajado por cierto entramos y esta vez todos la veían primero a ella y luego a mí, tan guapa como siempre, se había decidido por baile y música, como dijo en un principio por lo que nos despedimos; ella iría a dirección, quedamos de vernos en el almuerzo y así pasaron mis primeras ahora, tratando de poner atención, que me estaba pasando por lo general no entraba a clases, pero ahora sentía que tenía una responsabilidad, y debía dar el ejemplo… dos meses antes me hubiera reído de mi actitud, se podría decir que he madurado.

Al llegar a la cafetería, un poco retrasado por que la zorra de Pamela se me volvió a poner de tapete, no tenía dignidad esa mujer, me estaba sacando de quicio, entrando a la cafetería lo primero que veo es a Pau, sonriéndole al imbécil de Isaac, animadísimos, charlando; que estaba sucediendo aquí, me sentí arder camine directamente hacia ellos, tenía un montón de cosas que decirle a ese estúpido, como que se alejara de ella, que era mía, etc, etc. Pero reaccione al estar unos cuantos metros, ella no era nada mío, que ridículo pensaba hacer, así que termine diciendo:

- ¿Qué tal Isaac? – ¿Matías que tal, necesitas algo?- que carajos pensaba este pendejo, estaba marcando territorio el muy puto, pero claro no sabía quién era yo. - Nada en particular vengo a comer con Pau – levanta una ceja Pau me saluda y sigue observando, ¿le parecerá divertido? – Bueno y de que hablaban, al fin Pau contesta – Isaac me explicaba acerca del taller de Música, en la mañana fui a pedir información y él es el segundo al mando según me explico hace un momento – ¿y preguntaste también en baile? – también me encanto es de todos los bailes, desde salón hasta moderno, estoy tan ilusionada – No pude evitar voltear a ver  a Isaac, quien nos miraba con curiosidad, si piensa que somos novios que mejor, sirve de que se aleja.

- Bueno me retiro, tengo clase y aún tengo que arreglar unos detalles, nos vemos por ahí. – Yeah, gane el primer raund. Aun así no me sentía cómodo, nunca fui celoso, pero no sé de dónde salió eso, ahora volteaba a ver con miradas asesinas a hombre y mujeres que la voltearan a ver, sin contar con los pendejos de mis compañeros de equipo, que insistan en que la presentara, claro yo los ignoraba, pero sé que si no hacía algo ellos tomarían la iniciativa.