Parte 6

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LuHan bebe de su café viendo la televisión sin mucho interés, escucha unos ruidos provenientes del cuarto de invitados y supone que al fin su hermano ha despertado. Cosa que confirma cuando lo ve salir con una camiseta y su bóxer, sumando su pelo revuelto y sus ojos medio abiertos, inevitablemente le recuerda a un amigo que tuvo; Yixing, ríe por la comparación.

—¿Hyung? —pregunta en medio de un bostezo y limpiándose los ojos, dejándose caer en el sofá de su hermano.

—Buenos días —contesta, a lo lejos ve al señor Gato que salía de la habitación de invitados, seguramente quedándose anoche ahí con él a causa de que su dueño llegó tarde.

—¿Con quién saliste ayer? ¿A qué hora llegaste? —cuestiona—. Porque yo me dormí y aun no habías llegado.

—¿Desde cuándo tengo que darte explicaciones? —se limita a responder.

SeHun rueda los ojos porque ya conocía a su hermano cuando quería guardarse las cosas para sí.

—¿De verdad no me dirás nada? ¿NADA? —le pregunta colocándose cerca de él.

—¡SeHun! —lo empuja—. No seas cotilla —aunque en realidad estaba muriéndose por contarle todo. Siente a su gato llegar hasta él, brincar y acomodarse en su regazo, esperando por sus caricias que no tardan en llegar.

—Hyung —hace un puchero—. ¿Desde cuándo mi hermano me guarda secretos? —a veces LuHan se preguntaba cómo es que Tao aguantaba a su hermano, siendo siempre tan dramático, como un niño pequeño.

—Ya, ya, está bien, salí con alguien —siente la mirada penetrante de SeHun y le es inevitable no sonreír, porque todos los recuerdos llegan y está muy seguro que le gusta MinSeok. Tal vez al principio sólo quería algo casual, pero la convivencia con él hizo que inevitablemente desarrollase sentimientos por MinSeok, lo culminante fue haberlo probado, porque no quería dejar de hacerlo—. Muy bien, SeHun-ah, te contaré.


+++


Casi una semana pasó de su primera cita con LuHan, ahora se encontraban en jueves, MinSeok y LuHan comparten las comidas, no han salido ni siquiera lo han propuesto porque el trabajo se ha aumentado, teniendo que salir un poco más tarde de lo acostumbrado y por lo tanto, más cansados.

—Finalmente un respiro —dice MinSeok suspirando y sentándose en el comedor de la empresa, siendo acompañado por LuHan.

El cansancio era tal que ni ganas tenían de salir algún restaurante o algo parecido, optando por comer en la cafetería, menos mal que la comida sí era rica.

—Sólo un día más para el fin de semana —LuHan le acaricia la mano sin que nadie se dé cuenta.

A pesar de decirse que no iba a ver un contacto más profundo no han podido evitar los besos que ocasionalmente se dan entre los pasillos, el elevador o cuando LuHan va a dejar a MinSeok a su departamento. Besos que se hacen cada vez más largos y que le nublan el juicio a MinSeok. Sin embargo, los dos han sabido controlarse.

El momento de complicidad y comodidad se desvanece, junto con la sonrisa de MinSeok cuando Wendy llega a sentarse con ellos, sin pedir permiso o sin invitación alguna. La chica ni siquiera nota que ha puesto incómodos a los otros dos hombres, está más ocupada arreglándose el cabello y acomodando su escote, esperando a que LuHan lo note.

—Hola, MinSeok oppa, LuHan oppa —hay una sonrisa coqueta cuando saluda al último.

—Hola, Wendy —saludan al unísono, al parecer su plática de ese día tendría que ser pospuesta.

Encrucijada. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora