✤~Cytoplasme de porcelaine.~✤

·Capítulo 1· ~Mable Hornets.~

Aquella noche no hubo nada de tráfico. La autopisa estaba completamente desierta, para la sorpresa de los dos proxys. Llevaban dos horas de viaje, y por fin podían coger la salida adecuada y meterse en la carretera que les llevaría a su destino. 

Jeff llevaba una especie de antifaz, que Brian había tenido que ponerle, ya que se había quedado dormido; y al no tener párpados, no era una vista agradable. Pero con el antifaz una vez puesto, pasó de tener un aspecto repugnante y terrorífico, a uno bastante gracioso. Tenía la cabeza hacía atrás y con la boca entreabierta, como si fuera un niño pequeño. Brian y Tim llevaban un rato riéndose y bromeando sobre eso.　Hasta le habían sacado una foto para reírse después.

Poco a poco, la vista de autopista en campo despejado cambió a la de una carretera estrecha que serpenteaba a través de un bosque. Pronto, Masky giró, un poco demasiado brusco, para entrar en un camino de tierra que se alejaba del asfalto e iba bosque adentro. Al girar, hubo un traqueteo, que despertó a Jeff, quién aún adormilado, tanteó con la mano su rostro hasta encontrar el antifaz y quitárselo. 
Sus reflejos eran lentos y pesados, y a pesar de no tener parpados, se notaba cansancio en su mirada.
"Es increíble que un asesino en serie como él baje la guardia quedándose dormido en cualquier sitio. No se cómo no lo han cogido aún. Si 'él' no lo necesitase, lo habría matado yo mismo." pensó Tim.

- Buenas noches, bella durmiente.- bromeó Brian dándole suaves golpecitos debajo de la mandíbula.

- No me toques.- Cortó Jeffrey dando un manotazo al brazo de Hoodie.

- Parece que la princesita se ha levantado con el pie izquierdo.- rió Hoodie.

- Empiezas a parecerte a Rogers, Brian.- comentó Tim sin apartar los ojos del camino. Aunque Brian no pudo escucharlo, ya que Jeff replicaba gritando intentando agarrar la chaqueta amarilla de Hoodie, mientras este se reía por lo bajo:

- ¿¡¿QUÉ COÑO HAS DICHO, SO GILLIPOLLAS?!? ¡¡VERÁS CUANDO TE PILLE IMBÉCIL!! ¡TE HARÉ UNA CARA NUEVA! 

- Ya basta.- ordenó Masky sin alzar la voz. Agarró a Jeff por la sudadera y le obligó a sentarse de nuevo. 

- ¡Esto no va a quedar así!- esta vez le gritaba a Tim.

- Me parece muy bien.- dijo Masky sin mirarle. 

- ¡VOY A DESTRIPAROS!- dijo levantando el cuchillo a la par que Brian volvía a apuntarle con un arma. 

- Estupendo, pero hazlo fuera del coche por favor. Cuesta mucho sacar la sangre de la tapicería. - dijo Masky con su típico tono serio y sin mirar a ninguno de los dos. 

Hubo un silencio tenso en el que Jeff estuvo mirando fijamente a Hoodie, mientras iba bajando el cuchillo lentamente. Igualmente, Brian no dejó de apuntar a Jeffrey. Tim dejó escapar un suspiró leve. Agradecía un rato de silencio y paz. Lamentablemente para él, no pudo disftutarlo durante mucho tiempo.

A los pocos minutos de entrar en el camino de tierra, cuando aún no había mucha arboleda, un cartel de madera, descompuesto y roído, en la que a duras penas se podía leer: <<Marble Hornets: 33,4 km>>. "Por fin en casa..." - suspiraron los proxys para sus adentros.

Jeff se sento derecho en el asiento del copiloto, con la cabeza hacia delante pero mirando a Hoodie por el rabillo del ojo, aunque el otro ya había perdido el interés en contrario. Ahora Brian estaba más concentrado en observar el camino de tierra, cada vez más estrecho, contando los metros mentalmente que faltaban para llegar. Ambos proxys llevaban tiempo fuera y, aunque se agradecía la relativa tranquilidad con la que aquellos días habían transcurrido, ambos estaban ansiosos por llegar a lo que desde hacía ya tiempo, llamaban "hogar".