Capítulo 7: Confesiones II.

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Cuando me desperté por la mañana revisé mi celular, como habitualmente lo hago, y me encontré con un mensaje de Sandra.
Sandra: Te quiero.
Ese mensaje me dejo desconcertado, lo único que hice fue dejarla en visto hasta que se me ocurriera que contestarle.
Christopher: ¿Cómo amigos?
Sandra: No sé, creo que estoy confundida. No puedo dejar de pensar en ti.
Christopher: Creo que deberíamos hablar en persona.
Sandra: Si claro.
Salí de mi casa y fui corriendo lo más rápido que podía hacia la casa de Sandra, ella me esperaba en la puerta.
-Hola –dije casi temblando.
-Hola, entonces, que me querías decir –dijo Sandra muy nerviosa y preocupada.
-Tú también me gustas, pero te aprecio mucho y no te quiero hacer daño. No busco una relación porque sé que no sería un buen novio y mereces a alguien mejor que yo, tú sabes que no soy muy expresivo y eso es lo que más te molesta de mí.
-Ese es el problema contigo, cada vez que te expreso lo que siento, solo me rechazas, siempre te portas así con la muestra más mínima de afecto que te dan –dijo Sandra muy molesta- , ¿sabes qué? Las cosas están mejor así, no te quiero volver a ver nunca.

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