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Hoy me dijiste que ya no podías soportarlo más, pero que habías encontrado una solución. Por más descabellada que sonara, al final, tuvo sentido para mi.

Aún así, tenía tanto miedo de hacerlo.

– Hazlo.

– No.

– Por favor.

Me súplicaste con voz tranquila y lágrimas en tus ojos. Te veías tan calmado; que me hacías sentir tan miserable.

Me entregue una última vez a ti, recibiendo esa calidez que no volvería a sentir jamas.

Tus ojos expresaban ternura, mientras que de tus labios solo salían palabras amorosas y sin sentido.

Jamás dude de tu amor, desde el momento en que nos conocimos, hasta ahora, supe que que tu cariño hacia mí fue real. Incluso si pasamos por pruebas tan difíciles como esta, puedo decir que jamás en mi vida había sido tan feliz. Fuiste la pequeña Luz que iluminó mi camino cuando todo se torno obscuro, fuiste la persona que me ayudó a ponerme de pie todas las veces que tropecé, te convertiste en la persona a la que le debo todo. Es por eso, que es hora de que haga algo por ti.

Guiaste mis frías manos hacia tu cuello. Estaba temblando, pero tú te veías tan seguro y decidido; que me era imposible arrepentirme por lo que estaba a punto de hacer.

Apreté fuertemente, mis manos y mi cuerpo aun temblaban, yo no podía dejar de sollozar, pero aún así trataba de mostrar una expresión alegre.

– Te amo.

Aquel fue tu último suspiro.

Cerraste tus ojos, tu cuerpo quedó inmóvil, pero tu rostro mostraba una expresión serena.

Entonces no pude más; me derrumbe.

Me aferre fuertemente a tu cuello, mientras trataba de que aquel frío se desvaneciera. Quería sentir tu calor, pero tú cuerpo era todo lo contrario a cálido. 

Me aseguraste que después de eso ya no sufrirías, que el dolor se desvanecería, que estarías bien. Que estaríamos bien, pero, ¿por que yo no lo sentí así?

Nuestra promesa se hizo presente en mi memoria, aquella por la cual accedí a hacer esto, y no dude en llevarla a cabo.

Solo para estar a su lado.

Tomé el cuchillo que previamente había preparado y te di un último beso.

Aquel beso que marcaría con el final de esta fatídica etapa de nuestras vidas.

Porque ahora, yo me encargaría de dar marcha a nuestro nuevo comienzo.

Amor Fati || MEANIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora