6. No olvidar

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Veía como su esposa se movía acostumbrada en la cocina preparando el desayuno, el día anterior ella había llegado. Le dejó el desayuno y se despidió de él con un beso en sus labios como ella acostumbraba, al instante el peliverde deseó sentir otros labios, deseó que otro persona le cocinara, que le sonriera cálidamente, deseaba que aquel rubio le besara de nuevo. Desde el incidente con Sanji no había hablado con él, pero ese día estaba dispuesto a encararlo y decirle de frente lo que sentía y deseaba.

No le tomó mucho tomar la iniciativa e ir a la casa de su nuevo deseo. Cuando llegó el rubio le abrió la puerta viéndolo algo sorprendido, para sorpresa de Zoro, el otro no le dijo nada solo le habló como siempre le hacía; con sus insultos y su desinterés de entablar una conversación. Terminaron en el patio trasero del rubio donde simplemente esperaban a que algo pasara; con el rubio fumando y él tratando de armase valor para lo que diría.

—Sanji...— empezó dudoso —sobre lo que pasó...

—Nada, no pasó nada entré nosotros— le cortó el otro apartando la vista y dando la vuelta para marcharse —es mejor que lo olvides.

—¡No quiero hacerlo!— alzó la voz mientras detenía al rubio tomándolo del brazo —Sanji, no quiero olvidar lo que pasó.

Vio en los ojos del rubio sorpresa, algo de enojo y tristeza.

—Zoro, por si lo olvidaste estas casado— le echó en cara furioso.

—Lo se muy bien, pero aún así no quiero​ olvidar lo que pasó entre nosotros.

—¡No pasó nada entre nosotros!, Solo fue un error del momento...

—No digas eso... no me puedes decir eso— lo tomó aún más fuerte del brazo y lo acerco a su cuerpo, acercándolo lo suficiente para volver anhelar un beso de esos labios tibios y adictivos. —no puedes decirme que no sentiste nada... que no significó nada esa noche... no te atrevas a decírmelo— vio esos ojos azules titubear llenos de confusión.

Pasaron un rato así en aquella posición, no dijeron más, donde el peliverde tomaba con más fuerza al rubio cuando éste trataba de zafarse de su agarre. No podía. No, no quería dejar al rubio, si lo soltaba sentía que lo perdería para siempre, y eso no se lo perdonaría jamas. Lentamente pero decidido se acercó a cuello del rubio donde empezó a besarlo de forma lenta y tentativa, sintiendo como a Sanji le temblaban las piernas cuando besó una zona sensible del rubio.

—Zoro... no— le empujó débilmente alejándolo de él. —No le hagas esto a Vivi.

Fue como un balde de agua fría en su cara, pero a pesar de eso ya había tomando una decisión.

—Entonces dejaré a Vivi— le habló de frente viendo como esos en ojos azules se reflejaba temor —haré cualquier cosa solo para permanecer a tu lado... para que me dejes estar junto a tí. Por favor...

Dolía, a Sanji le dolía todo eso. No lo soportaba...y aún así le gustaba como lo veía el peliverde, como lo aferraba a sus brazos. Es todo lo que esperaba de una persona, de una relación... que alguien lo amara. Estaba mal, si, pero por primera vez en su vida quería ser egoísta, quería al peliverde, y definitivamente si el peliverde daría lo que fuera por él, Sanji simplemente lo aceptaría.
Agachando la cabeza se rindió ante el peliverde.

Éste emocionado al ver como el rubio lo había aceptado,de nuevo volvió a probar aquellos labios de muerte donde solo le provocaba más deseo. Estaba feliz, su deseo estaba cada vez más cerca de él. Conformes los dos por sus decisiones volvieron a consumar su amor descubierto en la cama del rubio, estaban tranquilos los dos juntos; Zoro abrazando a su rubio, y este en su pecho disfrutando del tiempo juntos y el calor corporal que desprendían.

Pero a pesar de estar tranquilo, el peliverde veía al rubio que tenía la mirada perdida y sus ojos con un reflejo de tristeza.

No pasó mucho para que su celular sonara, una llamada demasiada inoportuna pensó. Era su esposa, Vivi.

—¿Qué pasa?— preguntó algo secó y frío.

"Lo siento, ¿interrumpo algo?"— le preguntó ella.

—No, nada— dijo Zoro viendo como el rubio simplemente se alejaba de él y le daba la espalda, suspiró sintiendo al rubio lejos. No esperaba menos, había degradado al rubio a un simple amante. Debía terminar rápido con esa situación, no le quería hacer más daño​.  —¿Qué necesitas?

"Volví a casa por unas cosas que se me olvidaron, y como no te encontré me preocupé"

Estoy con Sanji ahora— no se molestó en decir a verdad.

—"Entiendo, volveré un poco tarde, así que deje comida, solo deberás calentarla"

Entiendo— fue su vaga respuesta.

—"Nos vemos. Te amo"— así colgó la llamada, y pérdidamente se preguntó cuándo exactamente esas palabras perdieron su significado para él.

Decidió apagar su celular algo molesto por aquella llamada, y sin esperar más rodeó al rubio con sus brazos, en un intento de atraerlo a él, pero al parecer el rubio estaba molesto y no se lo dejaría fácil.

—Ya debes irte, ella te espera.

Fue un simple susurro, y aunque el peliverde se sentía mal por el repentino rechazo, sabía que el rubio tenía suficientes motivos para estar molesto. Toda la tarde y algo de la noche se la pasó abrazando al rubio, sin querer soltarlo en ningún momento, no quería dejarlo, no ahora que al fin lo había conseguido.

Ya era tiempo de ordenar su nueva vida, y terminar con su matrimonio que poco duró cuando encontró algo mejor en su perfecta vida.










.  L A . P E R S O N A . C O R R E C T A .

... Z O R O X S A N J I ...

- A N N S O W I 8 0 -

La persona correcta (zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora