Three

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Jackson:

Estoy arruinado... completamente arruinado. Como mierda le digo a mi Mark que estamos en bancarrota? Como le digo que estoy endeudado hasta la coronilla?

Siento que cuando se entere va a dejarme, va a dejarme porque gaste hasta casi el último centavo que tenía en mi cuenta apostando. Maldita tentación, maldito vicio, maldito sea el dia en el que acepte la idea de hacer el asfter office en aquel prestigioso bar, emborracharme hasta el asco y apostar hasta lo que no tenia. Las primeras noches todo era fácil, ganaba como quería, apostaba millones y ganaba el doble.

Con el dinero que ganaba en las apuestas planeaba construir una casa en las playas de Koh Samui, en Tailandia, y mudarnos allí por el resto de nuestras vidas, eso era todo lo quería en esta vida, hacerlo feliz cueste lo cueste.

Pero a la segunda semana comencé a perderlo todo, me daba tanta vergüenza volver a mi dulce hogar sin un misero won en la billetera que bebía hasta perder la razón, bebía para olvidarme de todo e intentar llegar con la mejor cara posible a mi hogar, tarde, cuando Mark ya estaba dormido. Asi fue hasta que Mark comenzó a enojarse porque noche por media no estaba con el, se que estaba tan frustrado como yo, ni siquiera lo tocaba porque sentía que no lo merecía. Lo defraude y no me atrevo a decírselo.

Ayer note que alguien me seguía, trate de no darle importancia. Llegue a la oficina como siempre e intente trabajar normal, pero había algo que no me gustaba, algo me decía que tenía que llamar a Mark a casa y decirle lo mucho que lo amo. Agallas fueron las que me faltaron para hacerlo, sabía que en cuanto escuchara su voz, rompería en llanto como un nene de cinco años y le contaría absolutamente todo.

Me sentí agobiado, me marie un poco y el aire me faltaba. Decidi bajar unos segundos y dar una vuelta manzana para respirar mejor.

Mi celular sonó y conteste sin mirar la pantalla ya que me encandilaba el sol del mediodía, cuando atendí mi vida ya no volvió a ser igual.

Nunca debí atender.

Era mi mayor deuda quien llamaba, se trataba del dueño de las tierras en Tailandia, el que me pedía algo a cambio...

A Mark...

Si le daba a mi Mark por una noche la mitad de la deuda estaba saldada y la otra mitad estaría saldada si yo me acostaba con él.

Jamás podría tocar a otra persona que no sea mi Mark. Ni dejaría que Mark toque a alguien más.

Pero toda idea cambio cuando me dijo donde estaba Mark y que estaba haciendo... el estaba enfrente de mi oficina y lo tenían vigilado, el me contó lo que había hecho mi esposo desde que yo salí de nuestra casa... Mark me había seguido.

Vuelvo apresuraco a la oficina y disimuladamente mire hacia donde me había dicho que estaba mi esposo, y si ahi lo vi tomando un cafe leyendo un diario.

Avise en la oficina que tenia un problema familiar urgente, fui hasta el garage, tome mi auto y luego me dirigí rápidamente a casa. Tenia que sacar a Mark de ahí lo antes posible, el debía regresar a casa y estar alli, a salvo.

Pense que cuando yo llegara el ya estaria ahi esperandome como siempre, pero no estaba. Me desespere y cuando lo estaba por llamar, el abrió la puerta cargado con bolsas de supermercado.

No deje de recordarle lo mucho que lo amo todo el tiempo que estuve con el esa tarde.

Por mi culpa Mark sospecha que lo engaño, y no esta muy lejos de que eso pase si tengo que hacerlo para salvar su vida y la mia.

El no puede enterarse que yo se de su vigilancia, hare como si nada pasara.

Al menos lo intentare.


Continuara


Tres no son multitud.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora