Jueves. La gala de la semana era temática de los años 70. Había quien sí iba hasta vestido de época, mi Laura e Inés, no. Mi chica iba con unos pitillos blancos y una blusa plateada de tirantes holgadita combinada con unos tacones negros y los mechones de pelo de delante recogidos atrás en una coleta adornada con una cinta plateada que formaba un lazo. Su ahijada prefirió el dorado y un pantalón negro, igual que los zapatos. Llevaba el mismo peinado, pero con la cinta dorada. Al compartir camerino, se estuvieron su tiempo junto a Elia y Mónica y por segunda semana consecutiva, los cuatro hombres que habíamos esperado su aparición nos reunimos enfrente de su puerta. Las cuatro salieron radiantes, especialmente la mía.
-Muy de los setenta como que no vas, ¿eh? – le dije yendo a cenar.
-No. Solo Mónica, Matías y Rafa. Ni Elia – iba con un vestido azul oscuro.
-Pero estás bellísima, como siempre.
-Tú te tendrías que colocar bien el cuello de la camisa – los de la banda íbamos con un pantalón marrón claro y una camisa azul cielo – Y estás muy guapo – me sonrió con ternura. Yo me veía fatal.
Laura e Inés fueron las segundas en cantar. La canción elegida por los profesores fue I will survive de Gloria Gaynor. En el ensayo se pudo ver lo que me explicó de los cojines y de las emociones. Se desahogaron pegando a Rafa y hablando sobre sus temores y desgracias (las visibles al público). Inés habló de la despreocupación de sus padres y de la rabia que le daba ser tan y tan tímida, Laura de lo mal que lo había pasado en junio, muy por encima, y de no poder ser más positiva. Se emocionaron y el vídeo acababa con Rafa abrazándolas. En ningún momento se vio como practicaban la canción. Fue una interpretación magistral y maravillosa. En tres semanas, la chavala había alcanzado una potencia y una seguridad escénica tremenda. Ya le podemos dar gracias a Laura del trabajo que estaba realizando en la chica. Las colmaron de buenas palabras. Cantaron a capella un trozo de la canción en castellano por petición de Elia. Tan bien lo hicieron que ganaron la inmunidad de la noche y la semana siguiente no las nominarían. Para terminar la gala por todo lo alto, padrinos y concursantes interpretaron Sweet home Alabama. Sinceramente, en inglés solo cantaron los expertos. El resto hizo una parte en español con Miña terra galega. Mira, de esas mezclas que piensas que no darán resultado y al final acaban siendo positivas.
Mónica, Inés, Elia y yo entramos en el camerino haciendo el loco y cantando El Perdón de Enrique Iglesias y Nicky Jam. Me tiré en el sofá y me quité los tacones. Se me habían formado un par de ampollas.
-Ay, estoy agotada – suspiré.
-Eso es la guerra que te da el bebé – dijo Elia – Imagínate yo que llevaba dos.
Las dos que todavía no eran conocedoras de mi embarazo me miraron estupefactas y boquiabiertas.
-Creo que me he ido de la lengua – musitó la zanahoria.
-No pasa nada – sonreí con dulzura – Ya se me empieza a notar.
-No sé dónde – dijo Mónica – Debes estar de poquísimo.
-Tres meses.
-Pues pensaba que estabas de menos.
Nos cambiamos de ropa. Inés y Mónica fueron las primeras en marcharse, todavía sorprendidas por la noticia.
-Eh, tía, lo siento. No sabía que no se lo habías dicho.
-Elia, hija, que no pasa nada. Tarde o temprano lo sabrían.
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Tu amor a un acorde de guitarra (Segunda parte)
RomanceDespués de una odisea para conseguirla, un año de noviazgo estable y un montón de experiencias y de descubrir el verdadero amor, una nueva etapa se nos presentaba con grandes momentos que vivir. América se avecinaba tranquila, en un principio. La ve...