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Carla entro a la casa de Mary,

-Hola- sonrió ella

Carla le devolvió la sonrisa.

En la sala de estar estaba Alondra, Marina y otra chica desconocida.

-Carla, amiga!- Alondra la abrazo hipócritamente

-¿Que vamos a hacer?-

Mary cerro la puerta de crystal. Marina murmuraba con la chica desconocida, una chica rubia, de ojos negros intensos, vestía totalmente de rosa. Carla y las otras chicas discutían sobre el trabajo en equipo.

-Insisto, hagamos un volcán que libere brillos-

Alondra puso los ojos en blanco,

-Pésima idea- canturreo

-¡Ya chicas no se peleen!- grito desesperada Carla

-Entonces, ¿Que haremos?-

-Marina!- chillo Mary- Solo pláticaras con mi hermana y no aportaras nada al trabajo!-

-Tranquila hermana- la voz de la chica se oía masculina con un intento agudo femenino.

¿Que coños? pensó Carla, esa chica parecía mas chico que chica, según lo que conocía de Mary ella solo tenia un hermano.

Las chicas llegaron a la conclusión de elaborar una maquina de toques, al menos era una mejor idea que un volcán de brillos. Carla fue a servirse unas galletas con chocolate, la chica desconocida hacia lo mismo.

-Hola-sonrió Carla- no nos presentaron-

-Ya nos conocemos- agitó su rubio y teñido cabello.

Carla se confundió.

Salieron de la cocina, Carla se acerco a Mary, y le dijo en voz baja

-¿Quien es ella?-

-En serio no sabes- dijo confundida Mary, pero mas confundida estaba Carla

-Es Ricky- repuso Mary casi con un hilo de voz.

-¡Mierda!- grito Carla

Todos voltearon a verlas, Mary se quedó muda.

-Me tengo que ir- dijo avergonzada Carla

-Te acompañó a la salida- dijo la niño-niña

Carla no se la creía, el chico que una vez fue suyo, que alguna vez la hizo feliz ahora era una chica rubia.

-Bueno me voy, Ricky-

-Ruby- dijo el-ella con una sonrisa

-Vale, nos vemos el lunes- dijo Carla devolviendo la sonrisa.

Mientras caminaba a casa el celular de Carla sonó.

Era un mensaje:

Bran: Estas invitada a la fiesta de negocios de mi padre.

Carla: Dios! Eso seria un honor!

Bran: Te recojo de tu casa a las 8:30

Bran

Estaba aburrido y el humo de mi cigarro bailaba entre la sala de negocios.

Mi padre serio comenzó a hablar, ahí vamos otra vez

-Hijo, necesitas seguir con el negocio familiar, necesitas trabajar-

Sople humo

-Yo ya tengo trabajo-

-¿Seras narcotraficante para siempre?-

-La droga es lo mío- Sonreí cínicamente como yo solo lo se hacer.

-Tienes que seguir en nuestra compañía de carros, te dejara mucho dinero como lo ha hecho para mi estos largos años-

Si, teníamos dinero, era por miles millonario, pero ocultaba mi dinero y mi famoso padre, solo quería mas droga, mas alcohol, mas persecuciones de la policía, y mas aroma a ámbar.

-No, quiero mas- Sonreí-

-¿Mas de lo que ya tienes Bran?-

-Quiero control, saltar las reglas y crear las mías, quiero enviciarme hasta morir-

Mi padre desesperado, aventó las propuestas y salio evidentemente furioso de la sala de negocios. Yo reía a carcajadas con el humo de mi cigarro saliendo de mis labios. Me levante de mi silla, y admire las casas de la colonia, eran bonitas, quería el mundo, quería todo en un respiro, pero había algo que no podía comprar, Carla, ella me encendía, la conseguiría.