Verdades que saben a tristezas.

74 7 10
                                    

PV Nathan

-        Se encuentre bien? – pregunte preocupado por su estado.

Me miro sorprendido y sacudiendo su cabeza y volviendo a su compostura su rostro mostro seriedad.

-        Gracias por la preocupación, estoy bien- contesto mientras sacaba algo de su pequeña maleta.

-        Creo que el amor, nos ha puesto mal a los dos – me sorprendí a mí mismo por la confianza con que había hablado, el parecía una persona agradable y me transmitía mucha comodidad.

-        Disculpe? – hablo de nuevo con la seriedad por delante.

-        Disculpe mi interrupción, pero bueno, acaban de romper mi corazón ase momentos y bueno verlo a usted triste – trate de sonar obvio, romper el corazón, era una buena palabra ella me rompía siempre el corazón cada vez que no me miraba. – olvídelo – me justifique con una media sonrisa.

-        A veces las cosas no salen precisamente como uno planea, uno no puede luchar contra una ventisca – hablo más como para sí mismo – mi prioridad es cuidar de la señorita.

-        Las ventiscas… - repetí - una buena analogía – le sonreí.

-        Mi vuelo ya sale, así que me despido, gracias por su preocupación señor…. – lo mire asombrado, el tenia modales.

-        Solo llámame Nathan – le sonreí amigablemente, había dejado la mirada triste – señor… - repetí su tono anterior.

-        Solo llámeme Balthazar – dijo y nos reímos, tomo su pequeña maleta y desapareció.

Mi celular comenzó a vibrar di un vistazo era Chiang.

-        Alo – conteste

-        Joven, ya ubique su destino

-        Chiang – dude, en realidad no quería hacer esto, jamás pedía nada y ahora estaba a punto de hacer todo lo contrario.

-        Joven, que decisión toma?

-        No quiero intervenir – hable por lo bajo y con los celos en el aire.

-        Joven, tiene que hacer algo – la rudeza de su voz, me desconcentraba – esto no se puede quedar así – su voz se volvía más dura.

-        Haz lo que mi padre quiera – apague el celular y camine mirando donde se había ido mi hermosa niña de cabello rojizo, mientras observaba aquel umbral maldecía mi origen y todo este estúpido peso que conllevaba.

PV Eline :

Mis lágrimas comenzaron a brotar cada vez más fuerte, sentía mi garganta doler y mis brazos ya no tenían fuerza.  Todavía recordaba sus fríos ojos, aquellos que solo mostraban el total reproche hacia mí. “señorita, creo que a malinterpretado mi comportamiento, yo no tengo ningún interés por usted, nuestra relación solo es laboral”

Todavía sentía la punzada al escuchar esas palabras y las lágrimas seguían brotando, me acomode en una vereda no sé de que calle y trate de tranquilizarme mientras, respiraba pausadamente, estas ansias siempre me ponía así cuando algo me desesperaba y esto sin duda era una de ellas.

Por primera vez, me habían roto el corazón y dolía mucho.

-        Señorita? – la voz de Elliot me asusto y sentí sus manos alrededor mio – algo le han hecho? – levanto suavemente mi rostro con su manos “nuestra relación es solo laboral” aquellas palabras hicieron que alejara con mis manos a Elliot, aquellas palabras de nuevo retumbaron mis oídos y el temblor continuo su camino – me está asustando que le pasa?  - se separó de mí y con cuidado escuche que recargo su arma, mirando hacia todos lados – alguien está aquí – hablo en susurros.

-        Elliot – el voltio a mi rostro y con mucho cuidado se puso delante mío cubriéndome de lo que pudiera aparecer delante de nosotros.

-        Descuide no dejare que nada le pase – escuchaba su voz y solo trate de tranquilizarme. Hizo una señal con su mano para que me levantara y me coloque detrás de él. Comenzamos avanzar despacio hasta su auto.  Y rápidamente me lance dentro de este cuando escuché un ruido muy fuerte y todo fue demasiado rápido Elliot había caído al suelo sin pensármelo mucho abrí la puerta y me acerque a Elliot.

-        No salga¡¡, entre en el auto, conduzca hacia la casa ¡¡  - su mirada era de total preocupación con su manos me indicaba que regresara mientras que con el arma en la otra mano apuntaba a todos lados, se levantó con dificultad y se puso delante mío seguía protegiéndome, esta maldita calle tan deshabitada.

Los minutos pasaron pero no escuchábamos nada, hasta que el sonido de un motor nos alertó, este sonido se alejaba y pude volver a respirar.

Sentí a Elliot relajarse y cerrando los ojos vi el dolor en su rostro, trate de ayudarle a levantarse lo subí al auto y conduje hasta la clínica.

-        Solo debe tranquilizarse esto no ha sido tan grave – Elliot tenía ya dos días en la clínica y hoy le darían de alta, tendría que utilizar muletas solo por un mes.

-        Elliot, tienes alguna idea, de porque dispararon? – mis preguntas le comenzaron abrumar por quinta vez, nadie me quería dar información de nada, no tenía otra que seguir averiguando.

-        Señorita, no sé nada, pienso lo mismo que usted, quizás fue un intento de robo, al ver que yo me encontraba con usted y armado se asustó el ladrón – este cuento yo no me lo tragaba – solo manténganse en la casa, no salga – sus ojos se enfocaron en mi – solo por si acaso.

Salí de la habitación y me dirigí a la sala de espera donde se encontraba la nana.

-        Entonces, hubo un accidente? – la voz de la nana, se encontraba rota y yo me detuve antes de cruzar la esquina y pegada a la pared.

-        Si señora – se hizo una pausa  - nadie sobrevivió.

-        No puede ser, el joven Balthazar  - otra larga pausa – la señorita, ella no lo soportara.

-        No debe saberlo. Su padre piensa llevársela y lejos de todos nosotros, esto se esta saliendo de nuestras manos. - las manos me temblaban y el corazon queria salir - hay muchas amenazas.

“Balthazar”

Di algunos pasos atrás, alejándome, mi mente ya no asociaba nada, todo lo que veía eran formas humanas caminando hacia otras direcciones. Llegue hasta la salida de la clínica y el sol me cegó la vista, antes de que pudiera voltear a la derecha vi el rostro de mi Balthazar, sí, era mío porque yo lo había amado, más que nadie aunque mi amor no fuera correspondido, mis ojos llenos de lágrimas apenas enfocaron su rostro con una leve sonrisa en sus labios, las que usualmente me daba cuando ocultábamos a otros que nos conocíamos. Corrí hacia él y lo abrace sollozando sin poder parar, sus brazos también respondieron y la felicidad me albergo.

-        Balthazar – mi voz se rompió al primer intento y las lágrimas seguían cayendo con más fuerza – creí que te había perdido.

-        Eline? – una voz muy suave, distinta a la de Balthazar me sorprendió y me aleje para verle el rostro tan distinto al de mi Balthazar, limpiándome las lágrimas tome con mis manos su rostro, Balthazar .... pero él no era Balthazar, el cabello rubio, la piel palida y aquellos ojos azul cielo que últimamente se me hacían tan familiares …. era  Nathan.

La tristeza al ver que no era Balthazar  volvió con más fuerza y todo se oscureció y sentir que mis fuerzas se desvanecieron y caí en la inconciencia.

El hermoso cabello rojoWhere stories live. Discover now