la playa

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Cuando llegaron a la casa en la playa Draco y Cepheus se fueron corriendo a sus cuartos, ya que van seguido a casa de sus tíos sabían dónde estaban, Henry se quedo atrás viendo la casa tan bonita, no era una mansión, era una casa normal pintada de blanco con amplias ventanas y bastante acogedora.

-Vamos Henry, te enseñare tu cuarto -dijo Remus.

-Sí, sí, vamos quiero ver su cara -dijo Sirius.

-¡A no! Usted señor Black se queda a decirle a los elfos lo que harán para comer -Sirius abrió la boca, no podía creer que no le dejara ver la cara de su ahijado al sorprenderse.

 -¡A si! Pues tú también eres señor Black, así que tú te quedas.

-Eso es lo que crees -dijo Remus dando media Vuelta y llevándose a Henry.

-Estúpido Remus pero ya verá cuando quiera chocolate a las tres de la mañana, ¡¿Haber quien le da?! Le diré a los elfos que no le den, muajajajaja. -

La habitación de Henry era amplia, pintada de color hueso y daba a la playa como las demás, era la última del pasillo, seguía la de Cepheus, después la de Draco, luego la de sus padres y al final la de Remus y Sirius.

Al fondo había una cama grande con donsel, un escritorio con una lámpara, pergamino y tinta, obvio que una pluma también.

Al fondo a la derecha una puerta que daba a un pequeño baño y junto un armario, Remus se acercó al armario.

-Aun está vacío pero mañana iremos a Callejón para conseguirte algunas mudas -Henry sonrió.

-Muchas gracias señor -Remus sonrió.

-No me digas señor, dime Remus o padrino, como gustes -Henry sonrió

-Gracias padrino.

De pronto se escucho como corrían tres pares de pies, la puerta se abrió estrepitosamente.

-Henry ven, vamos a ir a la playa, tío Sirius ah dicho que nos dejara elegir el postre si juntamos treinta conchas blancas -dijo Draco, Henry vio a Remus.

-¿Puedo ir padrino? -Remus le acaricio el cabello.

-Claro Henry.

En la playa, el sol estaba bajo y Draco se enojo al recordar que no había conchas blancas en esa playa.

-¡Tío no es justo! Se supone que debes ser justo -Sirius rompió en carcajadas.

-hahahahahaha, lo siento Dragón, no aguante las ganas de una pequeña broma -Draco sonrió con autosuficiencia.

-¡Sigue riendo así  tío! ¡Ya veremos quién ríe cuando le diga a tío Remus!

CONTINUARA….

el principe perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora