capítulo ocho: DÉJAME ENTRAR

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Después de cruzar el abismo que se encontraba arriba del edificio más grande del mundo.
Aparecieron ante una puerta negra con telarañas e insectos asquerosos.

La entrada a su palacio de todos.

Inspiración se puso de pie al ver a sus compañeros.

-Tanto han tardado. El tiempo es corto para una vida tan larga, apresurarnos.

Todos se pusieron enfrente de aquella puerta enorme llena de arañas y serpientes de diferentes clases.
Todos dieron un paso atrás menos Amor, quien daría todo por volver adentro.

"Tock tock"

Tocó Amor sin miedo, llenando su mano de telaraña, siguió mirando a la puerta.
Tocó y tocó, tantas veces que perdió la cuenta.

Después de casi veinte minutos, se escucha una voz a través de esta puerta.

-¿Diga?

- Hola, soy Amor y...

-¿Amor?.- se abrió la puerta tan rápido que apenas pudieron parpadear.

Les señaló a todos y entraron en silencio, todos menos Torpeza que susurraba una canción.

Sabiduría caminaba junto a Torpe, tomándole de la mano para evitar que caiga. Inspiración estaba detrás de Amor quien está aún al lado del guardia que les abrió la puerta. Humild miraba el pasillo amplio y frío con algo de nervio. Mientras Vanidad, bueno ella estaba al final del grupo, sin decir nada, continuó su recorrido en silencio.

- Esta es la puerta del Sr. Odio.- el guardián les dejo solos, después de dejarlos ante una habitación que Amor reconocía.

- Bueno, veamos a Odio.- tock, tock- Hola, Odio soy Amor, ¿estás aquí?.

- ¡¡Vete!!.- del otro lado del cuarto una voz fuerte le gritó con demasiado cólera- ¡¡No los quiero ver, y mucho menos a ti, Amor!!.

Todos se sorprendieron por la manera de gritar de odio. Su voz era otra.

-¿Qué...?.- Amor le sorprendió aquel comentario que Odio grito.

-Lo sabía, su odio incremento tanto con nuestra ausencia y ahora está muy enojado al vernos aquí. Será mejor dejarlo sólo.- Sabiduría dio la vuelta para ir a su recámara junto con Torpeza, quien al dar la vuelta cayó.

-Yo también me voy.- dijo Vanidad dirigiéndose a un camino diferente.

- Bueno, yo también me voy,- Humild comienza a retirarse poco a poco- si me necesitas, estaré en el gran salón.

-No te preocupes, estaré bien. Te veré después. -contesto Amor deprimente.

-No llores Amor. Pase lo que pase mantén la calma.- Inspiración que seguía aún con Amor, comenzó a hablar con ella- La armonía hace la paz, como la tormenta la ruina. Florece después de este tormento es señal de fortaleza. Hasta luego Amor.- se despidió con una reverencia y desapareció.

Amor giro a la puerta y volvió a tocar sin señal de Odio esta ves. Toco tres veces más antes de recibir otra respuesta desagradable.

-¡¿Qué no entiendes?!, ¡No te quiero ver!, ¡¡¡Largo de aquí!!!.- Amor respiro profundo, aguantando las ganas de llorar, le duele oír así a Odio.

-Quiero hablar contigo, déjame entrar por favor, Odio...

-¡¡¡VETE!!!, ¡¡¡DESAPARECE COMO LO HICISTE Y DÉJAME SOLO!!!.

-No. ¡Quiero verte!, ¡Odio por favor...

-LARGO DE MI HABITACIÓN!.

-¡Es mía también!, ¡¡¡Déjame entrar!!!, ¡o romperé esta puerta!. ¡¡¡ODIO!!!.

Amor y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora