- Ya estamos aquí, ¿ahora que?.- indicó Vanidad sentándose en un pedazo de piedra.
- Tenemos que encontrar la entrada.- indicó Sabiduría.
- ¿y en donde se supone que está?. ¿Enfrente de nosotros?.- dijo Torpeza con todo burlón.
- Hay cosas que no vemos, pero que están ahí. Sólo hay que buscar para encontrar.- continuo Inspiración.
- Cállate, estoy harta de tus palabras baratas.- replicó Vanidad, enojada.
- El fue el que nos trajo hasta aquí. Por sus, "palabras baratas", como dices.- defendió Amor a Inspiración.
- Si, pero tu fuiste quien nos metió en esto. ¿o me equivoco?.- se defendió Vanidad, con arrogancia.
-Si, lo se
-¿y todo por qué?, porque la señorita quería que todos sean felices en lugar de dejar todo como estaba
-Solo quería un cambio, eso era todo
-Suena absurdo. Es como decir que quiero que todos sean como yo
-Pero...- no pudo continuar la mas amorosa de todos
- Basta de peleas y discusiones. Mejor hay que bailar.- propuso Humild para calmar a sus compañeros quienes lo miraron con seriedad- Ok, mejor no.
- Dejémonos de peleas y busquemos la puerta.- sugirió Sabiduría caminando a otro sitio.
- ¿y como es?, ¿brillante o aterradora?.- siguió Vanidad- No la encontraremos.
- Que negatividad puede tener una persona.- Torpeza se acercó a la orilla del edificio- O vanidad, ja ja.
- Ríete lo que quieras, terminarás callando.
- ¿y si mejor los dos se callan y ayudan un poco?- propuso Amor con aire serio.
- Esta bien. Pero sólo un poco.- se levantó Vanidad coquetamente.
Buscaron y buscaron, tocaron el aire he hicieron lo posible para hallar la entra al otro mundo, hasta que Inspiración habló y rompió el silencio.
-¡¡¡ He aquí, la entrada a nuestro mundo!!!.- al escuchar a Inspiración, todos corrieron a donde se encontraba.
Estaba parado en una esquina. Cuando volteo a verlos, se dejó caer.
- ¡¡Inspiración!!.- grito Amor
Toda se asomaron y no vieron rastro del cuerpo, no vieron si seguía cayendo o no. Inspiración había desaparecido y no sabían a dónde fue o en donde estaría.
- ¿Qué hacemos?, sabiduría deja de estar tan callado y di algo.- Humild alterada intentaba hacer entrar en razón a Sabiduría.
- Vamos, debe de estar vivo aún...
-¿Enserio piensas eso Torp?.- de nuevo Vanidad comenzó a fastidiar- Él ya está en el suelo, muerto por su culpa.
-¿Su culpa?.- Humild mira con extrañes a Vanidad
-Si, la culpa de Amor.- señala a la más pequeña de ellos que está acostada en el suelo llorando.
- Si lo se, no tienes que remarcarlo Vanidad. Has estado así desde hace horas. ¿no piensas parar ya?.
- No, no lo haré. Es tu culpa que estemos en esta situación.
- Vanidad para ya, la lastimas más de lo que ya está.- Humild se acercó a Amor para levantarla, y así fue.
- Hay que bailar o saltar como Inspiración.- bailando cerca de donde Inspiración se tiró estaba Torpeza riendo.
- Inspiración.- se puso de pie Sabiduría y aventó a Torpeza en el mismo lugar que el poeta.
-¡¡Ahhh!!.- escucharon gritar a Torpe
- ¡¿Qué has hecho?!.- todos gritaron y se aproximaron a Sabiduría.
- Vamos. Esta es la entrada.- el sabio se avienta al vacío y los demás observan como es tragado por una especie de puerta transparente.
- Sigamos le.- dijo Amor subiendo a la esquina y antes de que Humild le dijera espera, se aventó.
Después Humild se dejó caer, dejando a Vanidad sola.
-Que mal educados son, primero era yo.- dijo sus últimas palabras y desapareció como los demás.
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Amor y Odio
RandomAmor es una de los doce integrantes que cuidan el mundo. Cada uno tiene un labor específico. Pero ese no es el problema, su odio lo es. El odio que crece dentro de ella por uno de sus compañeros, y buscará la manera de acabar con su amado Odio. Pide...