Amor y Odio

capítulo once: CÓLERA Y AMOR

Ya habían pasado varios días desde que vio a sus dos últimos compañeros.
Una ves cansado bajo del techo y se dirigió a su recámara.

Por el trayecto golpeo y rompió cosa, mesas, sillas, garrones, espejos y hasta la propia pared.
De tanta soledad decidió crear a un ser como el, pero sin sentimientos, que fuera igual de vacío que él, pero mucho peor.
Su acompañante de pocas palabras sigue una orden que le dio:

-Si Amor se apareciera, déjala entrar. No le digas nada, sólo llévala a mi alcoba.

Su fiel asistente sólo asintió con la cabeza.

Eso fue lo ultimo que dijo y se encerró en su habitación.
Cerro la puerta y camino a la mesa de trabajo que estaba en medio del cuarto. Tomó la silla y la aventó contra la pared.

-¡¡¡Los odio!!!,- comenzó a destrozar la silla por completo- ¡¡Malditos!!, ¡Los odio!.- tomó la mesa con tantas fuerzas que pudo alzarla- ¡¡¡AMOR, ME LASTIMAS!!!.- al decirlo empujo la mesa hacia la puerta. Camino y tomó una de las patas que salió volando, la tomo y comenzó a romper el espejo que le enseñaba a las personas.

-¡¡¡ODIO TANTO ESTE MUNDO!!!, ¡¡LOS DESAPARECERÉ A TODOS!!, ¡NO QUEDARÁ RASTRO DE VIDA EN MI MUNDO!.- los cristales comenzaron a volar por toda la recámara, le saltaron al rostro lastimado y causándole heridas graves, seguía una pequeña luz en el mundo, aún brillaban las persona.

Se cansó de gritar y llorar. Se sentó en el piso entre los cristales y pedazos de madera.

-¿Qué hice?, ¿Por qué tengo que ser como soy?, ¿Por qué me enamoré sabiendo que me lastimaría?,- susurro cada una de las palabras, no le gustaba aceptar que en su pequeño corazón brotara una chispa de amor-, ese día sólo quería decirle lo que sentía, pero me gritó, dijo que me odiaba, que seria mejor que desapareciera... Amor, ¿tanto me odias?, ¿tanto te disgustó?.

Se puso de pie sangrando de las manos y rostro.
Se acostó llorando hasta caer dormido. No le dio importancia las heridas que tenía, después de un tiempo dejarían de doler. Como el amor que sentía por Amor.