A la sombra del futuro cercano - Hansoff - AU - Segunda parte

7 - Kristoff tenia razón...

{ Hans - Islas del sur}

— Veo que nos honras con tu visita, intento barato de rey...— Masculló de manera afilada uno de los hermanos de Hans observando al mismo de pie ante el trono del hermano mayor.

— Y no por gusto. Sé que lo de la niña ha sido su responsabilidad, vengo para decirles que se detengan ¿Querían saber de mí? Aquí estoy, ahora dejen a Arendelle en paz...—

— Ja, Ja, Ja. Seguro bastardo, cuando se enteren que estás aquí seguramente será un escándalo, aquí aún eres un criminal ¿Lo olvidas? No puedes pedir nada.

— Soy el consejero real de Arendelle, ya pagué mis crímenes, ahora, deja de referirte a mí como bastardo. Puedo firmar lo que sea que quieran por estas tierras y detener está locura.

— ¿Sabes? Es muy osado de tu parte venir hasta aquí solo ¿Tus amigos no quisieron venir? ¿tal vez tú amante pica hielo y amante de los renos no te quiso acompañar? Qué desgracia, con las ganas que tenía de conocer a quien te parte el trasero...— Comentó con lengua afilada y comentarios que no hacían más que enojar a Hans, pero guardó la calma como era debido, alzó una ceja con gesto de fastidio.

— Si crees que por tener buenos insultos me lastimas como antes, te sugiero dejar de perder el tiempo. Quiero saber qué es lo que quieren de una buena vez... No me buscan por extrañarme, desde luego...— Masculló manteniendo la distancia de aquél sujeto que era uno de sus hermanos mayores.

— ¿extrañarte? No, tenemos algo más divertido para ti. Pero empezaremos por saber en qué momento dejaste de obedecer las reglas de tu rey, mi hermano está muy enfadado, te advirtió que te alejaras del hombre reno y desobediencia no era lo que esperaba luego de tus meses en el calabozo.

— No son mis reyes, ya no. Vivo en Arendelle, Elsa es mi reina y no vengo a perder el tiempo, tengo mejores cosas que hacer...—

— ¿la patética reina helada? Me extraña que no te haya matado luego de querer matar a su hermana menor, pero creo que la cama llama más ¿No es así? ¿Es cierto que casi te casas con ella? Vaya, que mal gusto tiene...

— Eso no les incumbe. Al grano...—

— Verás... Tienes que hacer unas pequeñas cosas por nosotros y tal vez no ataquemos Arendelle.

— ¿George sabe que estás aquí, Symon? — Cuestionó el pelirrojo mientras alzaba una ceja con duda.

— Es él quien me envió a recogerte, por mí, que te coman los tiburones... Si es que hubiese alguno por aquí, si no, yo mismo criaría uno para alimentarlo contigo...—

— Debo suponer que es un halago. Al grano, de nuevo...

— Eso no es de su incumbencia ¿No es así Symon? — El hombre mayor, de barba que entraba con altura inquietante y mirada fija en el menor nombrado acabó por señalar que los dejase solos a él y a Hans, el otro se fue sin rechistar y el silencio reinó en ese momento.

— George, veo que te va bien reinando. Lastima que decidieras matar a una niña inocente por algo tan poco como yo ¿No? —

— Si la reina hubiese escuchado mis advertencias eso no hubiese pasado, no te quejes. Y para tí, soy Rey. No lo olvides, Hans.

— ¿Qué es lo que quieren? —

— Oh Hans, siempre tan impaciente, es por eso que tu vida es un caos, muchacho testarudo. Pero tienes razón, al grano. Quiero Arendelle y tú, como consejero matarás a la Reina por mí... Eso si quieres vivir, claro.

— No haré tal cosa. Lo sabes...

— Entonces tendrás que ver como tu amado, tus amigos y la gente inocente de ese pueblo muere a manos de mis hombres. Sabes que lo haré...—