De vuelta a Casa

2.6K 214 25
                                    

Nana se terminaba de alistar tranquila esa mañana de sábado, bajo a paso lento para ir a la cocina y prepararse desayuno. Por primera vez se sentía completamente sola en la casa, Iemitsu había vuelto a su trabajo, Reborn se había ido a Italia llevándose con él a Hitoshi y a los demás argumentando que era para que aprendiera otro idioma.

Bianchi se había ido también pues había sido llamada por su padre e I-pin se fue con su maestro según ella a China por un tiempo indeterminado.

Se sentía tan sola desde hace un año, que ahora incluso comenzaba a sentir remordimiento por lo que le hizo a su hijo mayor. Su hermana menor Nanami ya no quería saber nada de ella, ni siquiera de Hitoshi y no respondía sus llamadas, la última vez que hablaron esta le grito que se muriera de una vez por todas.

Con tanto silencio en su casa comenzaba a escuchar de manera más latentes, las últimas palabras que le dedico Tsuna antes de que lo llevaran, se le quedaron grabadas en su memoria, como un recordatorio de que si algún día volvía a ver a Tsuna este no dudaría en matarla.

Incluso ya no se sentía como una madre, una madre no le haría eso a su hijo, mucho menos lo hubiera entregado a unos sujetos que solo querían a alguien para hacerle experimentos.

Ahora cada vez que escuchaba a alguna vecina alabándola por ser una madre que dejaba que sus hijos se fueran del nido para experimentar otros ambientes, escuchaba unas risas de ironía en su mente y una voz diciendo de manera burlona que buena madres eres Nana, tu hijo menor se fue y del mayor te deshiciste.

Salió de su mente al notar que se le estaba quemando su desayuno, últimamente le pasaba mucho.

Tal vez después de comer fuera a pasear por Namimori para despejar su mente.

.

.

.

Se sentó en el parque para despejar su mente de todo, pero no funcionaba.

Los recuerdos seguían abundando su mente, e incluso ahora le llegaban los de los últimos tres años después de que dejara de saber de Tsuna.

Hitoshi había decaído un poco en sus notas, se pasaba mucho tiempo solo mirando el cielo a algunas horas, algo que antes siempre hacia en compañía de Tsuna. Incluso más de una vez lo vio en el cuarto de su hermano revisando los tomos de mangas que este tenía o sus videojuegos.

Lambo también hacia eso ahora, antes durante el primer año sin Tsuna, a este no parecía importarle y se la pasaba con Hitoshi. Mas cinco meses después el pequeño parecía extrañar la presencia del hermano desaparecido, tampoco aceptaba los dulces de uvas que ella o Hitoshi le ofrecían para animarlo y se negaba a jugar videojuegos con los demás, al menos que Fuuta le propusiera jugar los que Tsuna tenía en su habitación.

Y hablando de Fuuta, este cambio totalmente su comportamiento. Seguía siendo el mismo con I-pin, lambo e incluso con ese chico de cabellos rojos que era amigo de Tsuna, pero con los demás actuaba más serio y distante. Sobre todo con ella e Iemitsu, antes les decía mama y papa, ahora tenían suerte si los llamaba por sus nombres.

-que pensativa estas, Nana-escucho una voz conocida, volteó con rapidez encontrándose con una castaña de largos cabellos hasta la cadera y ojos chocolate, mucho más alta que ella vestida con un vestido ligero blanco, una chaqueta ligera café y unas sandalias.

-Nanami...-susurro el nombre de su hermana menor, aunque esta siempre fue más alta que ella.

Nanami se acercó a ella y aprovechando que no había nadie en el parque en ese momento le dio una fuerte cachetada en el rostro a su hermana volteándoselo.

El Cielo DestruidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora