Capítulo 6

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Sarah en multimedia.

 Me despido de mi mamá dándole un rápido beso en la mejilla, bajo del auto y corro hasta la entrada de la secundaria

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 Me despido de mi mamá dándole un rápido beso en la mejilla, bajo del auto y corro hasta la entrada de la secundaria.

 Estoy llegando tarde, y todo por culpa de Adam y su obsesión con Yuya, y si amigos, otra vez estaba viendo videos de Yuya encerrado en el baño, por lo que tuve que esperar que saliera para poder bañarme.

 Al entrar a la secundaria me doy cuenta que apenas acaba de tocar el timbre, por lo que aún hay personas fuera de los salones buscando los cuadernos necesarios para la asignatura que les corresponden a primera hora. Apresuro mi caminar y logro llegar a mi casillero, saco el cuaderno que necesitaba y un libro llamado "Los elefantes pueden recordar" de Agatha Christie para leer en el recreo y comienzo a dirigirme al salón rápidamente.

 Ahora que lo pienso, si sigo haciendo ésta clase de maratón podría bajar de peso, y en verdad lo necesito.

 Finalmente entro al salón y me apresuro a sentarme en mi puesto. Así que mientras los demás llegan me dispongo a leer el libro. 

 Si les soy sincera me encanta leer, es algo que me entretiene y además me llena de mucha sabiduría. Sin duda uno de mis refranes favoritos es:"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho" de Miguel de Cervantes.

 Estaba tan sumergida en el libro que no me di cuenta de que Thomas ya había llegado; pero como muchos saben, tengo la maravillosa "bendición" de que su puesto queda al lado del mio.

 — ¿Qué lees?—Está inclinado, cerca de mi oído, por lo que me causó un susto, no todos los días alguien se inclina hacia tu oído y te habla, o bueno, por lo menos a mi no me pasa, y me por ello me asusta que alguien lo haga.

 — ¡Santo Pepe! ¡Me asustaste! —Volteo hacia dónde él está y pongo mi mano en mi corazón en señal de estar asustada, él sólo soltó una carcajada y levantó las manos en manera de rendición, ¿De qué se ríe éste chico?— ¡¿De qué te ríes?! —Puedo sentir como mi rostro arde como resultado de mi enojo, ¿Quién se cree para burlarse de mi?

 — Te ves muy tierna cuando te enojas —Me mira a los ojos y en un movimiento rápido pasa su dedo por la punta de mi nariz, me está volviendo loca, pero no de una buena manera.

 — Tierno va a ser la palma de mi mano golpeando tu rostr...— Iba a terminar la oración pero una voz me interrumpió.

 — ¡Buenos días alumnos! 

***

 Luego de 2 horas en naturales finalmente tocó el timbre para ir al recreo, agarro mis cosas y comienzo a caminar hacia la puerta, pero antes de llegar alguien me toma por el codo haciéndome retroceder y voltearme.

 — No tan rápido, no te vas a escapar de mi —Creo que eso suena como a algo que diría un psicópata— Y no, no soy un psicópata —Y si amigos, telepatía inmediata, ambos soltamos una carcajada, y por primera vez, me río junto a él— En fin, me gustaría que conocieras a mis amigos, para que conozcas a más personas, ya sabes —No estaría nada mal, me parece buena idea.

Quiero odiarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora