Capítulo 4

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Sarah en multimedia.

 No puedo creer que Sarah será nuestra nueva compañera, habían rumores de que al parecer había una chica nueva, pero no pensé que sería ella

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 No puedo creer que Sarah será nuestra nueva compañera, habían rumores de que al parecer había una chica nueva, pero no pensé que sería ella. Sarah y yo nos miramos por unos segundos, pero ninguno de los dos dice algo, simplemente se sentó en su puesto y comenzamos a prestarle atención a la clase.

 Cuando finalmente tocó el timbre para salir al recreo supuse que, como Sarah era nueva y no tenía con quien estar sería una buena opción estar con ella, o bueno, intentarlo, no me mal interpreten, sólo quiero ser su amigo, sé que en el pasado le hice mucho daño y quiero remediarlo, así que me paro de inmediato al igual que ella y me dispuse a hablarle.

 — ¡Sarah! —Se sobresaltó un poco— No sabía que estudiarías aquí.

 — Sinceramente yo tampoco, además, pensé que comenzaría la próxima semana, pero al parecer mi madre se equivoco—Soltó una pequeña risa— Como cosa rara —Mientras decía ésto fuimos caminando hacia afuera del salón, no quiero que todos piensen cosas que no son, ya que todos ya se han ido del salón y solamente quedamos nosotros dos, es mejor prevenir malos entendidos. 

 — Me ha pasado, y muchas veces, supongo que ya es normal que las madres hagan eso —Suelto una risa un poco escandalosa.

 Seguimos hablando y la conversación se tornó interesante, yo le conté sobre mi vida y ella me contó sobre la suya, nos concentramos tanto hablando que casi no nos dimos cuenta que ya había tocado el timbre para regresar a los salones.

 Pasó la mañana y luego de horas finalmente tocó de nuevo el timbre, pero ésta vez para irnos.  Voy saliendo del salón y noto que Sarah está hablando por teléfono, pero no se ve para nada feliz, en un momento deja de hablar por teléfono, mira al cielo y volteando los ojos comienza a caminar hacia la salida. No sé que pasa, pero debo averiguarlo. Lo bueno es que logro alcanzarla.

— Sarah, ¿Qué sucede? —Digo un poco preocupado, no tengo ni la más mínima idea de lo que está pasando.

— Resulta que a mi papá se le olvidó pedir un permiso en su trabajo para venirme a buscar, lo cuál debió hacer antes, porque ahora el jefe no está y no se lo puede dar, el problema aquí es que ahora me tengo que ir caminando, y no es que sea floja, sino que primero, de aquí a la casa no es un camino corto, y segundo, ¡MIRA EL TREMENDO SOLAZO QUE HACE! —Dice molesta, entiendo su actitud. Lo bueno es que se me ocurrió un plan.

 — Bueno, si quieres puedo llevarte, después de todo vamos a el mismo lugar —Y tengo razón, es decir, somos vecinos, vivimos en el mismo lugar.

 — ¿Desde cuándo un chico de 16 años tiene carro?—Dice con cierto tono burlón.

 — Pues, mis padres hace meses me regalaron un carro debido a mis excelentes notas, no es por presumir ni nada—Sonrío de una pícara— Pero soy un excelente estudiante —Y es cierto, bueno, a quien engaño, si quiero presumir un poco, tal vez.

 — Presumido.

 — Dramática.

 — No lo soy.

 — Si lo eres.

 — Que no.

 — Que si.

 — Me  gustaría seguir con ésta pelea, pero en serio necesito llegar a mi casa.

 — Está bien señorita —Digo en un tono burlón.

 — No me digas así—Me mira de una forma amenazante para luego darme un puñetazo en el brazo, ¿Por qué tiene que ser tan violenta?

 — ¡AUCH! eso en serio me dolió—Digo sobándome el brazo. Demonios, ésta chica si que es agresiva.

 — Te lo merecías, por cierto, ¿Cuál es tu carro?—Pregunta mirando pensativa hacia el estacionamiento, allí hay un montón de carros, aunque la gran mayoría son de los profesores.

 — Ven—Comienzo a caminar hacia mi Mitsubishi RVR Black, un carro sencillo en mi opinión, pero muy cómodo. Ella de inmediato comienza a seguirme, en cuanto llegamos al carro le abro la puerta y luego me monto yo, como todo caballero que soy, claro.

 Prendo el carro al igual que la radio, y para mi gran desgracia comienza a sonar "Teddy bear" de Melanie Martinez, esa chica es una completa loca, no le encuentro sentido a sus canciones.

  —Teddy bear, you were my teddy bear, you were comforting and quiet... —No puede ser, ahora resulta que Sarah se sabe la canción, demonios, no se que es peor, la canción o Sarah cantando— How did love become so vio... ¡¿HEY QUE TE PASA?!—Dice mirándome con furia, ya que apagué la radio, no quiero escuchar la canción, y mucho menos a Sarah cantando, créanme, ustedes tampoco querrían

 — Odio esa canción, y odio que cantes ¿Capisci?—Digo haciendo un gesto extraño con mi mano.

 — Déjame ser feliz —Voltea hacia la ventana y allí se quedó.

 Pongo en marcha el carro y comienzo a manejar hacia nuestras casas. Durante el trayecto ninguno de los dos habló, aunque no fue un silencio incómodo, supongo que cada quien estaba pensando cosas distintas.

 Luego de un rato finalmente llegamos a nuestras casas, como vivimos prácticamente uno al lado del otro estaciono el carro en el garaje de mi casa, me bajo del carro y voy hasta el otro lado para abrirle la puerta a Sarah, como todo caballero que soy, lo recalco. 

 — Pues muchas gracias por traerme, "señorito" —Soltó una pequeña risa, que a decir verdad era muy tierna.

 — De nada "señorita", nos vemos —Luego de decir ésto sale del garaje y comienza a caminar hasta su casa.

 Pero faltando poco para llegar extrañamente se devuelve.

  — ¿Qué pasa? —Pregunto confuso, no sabe que pasa, quizás y se le olvidó algo.

  — Thomas, ya sé quién eres.  

***

 ¡Hoooola! Soy Yolanda UwU, que de tiempos sin saludarlos. De verdad discúlpenme por tardar tanto en actualizar, no tenía inspiración y debido al liceo no me quedaba tiempo para actualizar, pero ya, no lloren amigos, ahora que entré a vacaciones seguiré con la historia.

 Gracias por todo el apoyo, LOS AMOOOO <3




Quiero odiarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora