Cero.

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SeokJin siempre ha pesando que lo peor que le puede ocurrir a un homosexual es enamorarse de un heterosexual.

Aquel pensamiento lo confirmó cuando conoció a aquel chico alto y moreno.

Kim NamJoon y Kim SeokJin se conocen desde hace cuatro años, cuando Jin tenía quince y NamJoon catorce.

Tenían que hacer una prueba para la finalización de semestre y la directora de la escuela tomó la orden de tomar un alumno de cada curso y pasarlo a otra aula. Así se evitarían el problema de que se pasaran las respuestas unos a otro.

Para la mala suerte de SeokJin a él lo mudaron para el aula de al lado, donde ya se encontraban más de diez alumnos esperando al profesor, todos estaban en silencio. ¿Extraño? Para nada, nadie se conocía. SeokJin se sentó en la penúltima silla de la fila cuatro del curso, juntó un poco la silla a la pared y ahí se acurrucó pensando en todo lo que había estudiado, nervioso no estaba puesto que no era primera vez que hacía este tipo de pruebas, pero esta definía si pasaba o no al próximo grado. Sus pensamientos y tranquilidad fueron interrumpidos por una mano posandose sobre su hombro, el pálido chico volteó en busca del dueño de la mano.

Moreno, alto, hoyuelos. Fue lo que más le gustó de aquel chico, SeokJin tragó fuerte. No sólo estaba nervioso porque un chico lindo le había hablado sino también porque, ¡alguien le había había hablado! ¡SeokJin era tímido!

SeokJin lo miró y levantó ambas cejas, invitandolo a hablar. Él no podía hablar, ¿por qué? Tenía miedo. ¿De qué? Ni él mismo sabía.

—¡Hola! —saludó el alegre moreno, SeokJin sólo lo saludó con un movimiento de cabeza.— Verás, olvidé mi lápiz en casa y...—entonces Jin se decepcionó, por un lápiz le había hablado y no porque él quería hacerlo.— quería saber si tenías uno de sobra.

Jin movió la cabeza en forma de negación, sin embargo tomó su lápiz y con ambas manos lo partió a la mitad, dejando al moreno sorprendido.

—No tuviste que hacer eso. —su voz era tan linda, tan varonil.

—Me gusta...ayudar.

A la hora de salida el moreno esperaba al chico más pálido con un nuevo lápiz para él. Jin le  agradeció a NamJoon, sí, ya sabía su nombre. Este último quiso llevar al primero a su casa y casi obligado lo hizo.

Desde entonces son lo que hoy en día se puede llamar un mejor amigo.

Sin embargo SeokJin siente más que amor amistoso. Jin supo de su homosexualidad cuando cumplió diez años y vio a aquel niño extranjero llegar a la casa de al lado.

Pero aquel niño ya no está y fue cambiado por NamJoon, quien ama mimar a Jin, ama abrazarlo, besarlo -pero no en los labios, no- y tomarlo de la mano. Grabe error, aquel trato ilusionó a Jin, pero el día en que este se iba a confesar el moreno se presentó en su casa con una linda chica alta y muy linda.

Es mi novia, Jinnie. Y la amo mucho.

Para la suerte de Jin, NamJoon y la chica terminaron cortos meses después.

—¿Le terminaste?

—Sí.

—¿Por qué?

Porque ella me terminó.

Desde entonces NamJoon tiene una novia cada tres meses, dejando a un SeokJin muy triste. NamJoon era heterosexual y SeokJin lo tenía más que claro.

Heterosexual. |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora