4: Home Sweet Home

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En un abrir y cerrar de ojos, me encontraba entrando por la puerta del 512, Clifton Bvd. Una casa preciosa, color blanco de dos pisos, impecablemente ordenada.
(Imagen en multimedia)

Más para alguien como yo.
Soy bastante desordenada. Pero a su vez me gusta tener las cosas ordenadas.

En pocas palabras, soy una contradicción con patitas.

Ejemplo: Digo que odio el rosado. Pero resulta que minutos después llevo puesta una remera de ese color.

Igualmente.
Lo de impecablemente ordenada, habría que agradecérselo a Blaine (persona que limpia la casa, su casa, no es que se dedique a ello. De hecho es.... Okay, nose de que trabaja).

Me ubico estratégicamente en el comienzo de las escaleras, para que me escuche desde el segundo piso.

-¿¡BLAINE!? - sin señales de vida vuelvo a intentar - IUJU Blaine. ¡Tengo novedades!

Se escuchan pasos a lo rinoceronte bajando. Significa que si me oyó.

<<CURIOSA>>

- ¡¡Bajando!! En... 3... 2... - contó - ... Ya me tienes ANITA.

Dijo sonriente pegando un mini-salto en el último escalón, señalandose a si misma, con brazos estirados.

Si. Ella es Blaine.
La enérgica, divertida, Blaine May, Markyst.

Rio, negando divertida.

-¿Enserio vas a seguir llamandome así? ¿Cuánto pasó 15 años, ya?

Anita. Anna. Ani. Anu.
Etc etc etc.
Mas todas las formas que sean derivadas del ANNA.
Verán.
Cuando era chica, nose porque, tenía un graan problema con mi nombre. Pero amaba mi segundo nombre.
Es decir.
Me llamo Sofía Anna.
Pero, como dije, odiaba que me digan Sofía.

Así que mediante amenazas y malas palabras.
Conseguí que todo el mundo me llame por mi segundo nombre, Anna.

La verdad. Nunca entendí que clase de berrinche fue ese.
En serio, no podía ni ver a los que me llamaban Sofía, era Anna o era Anna, punto.
Al pasar los años todos se acostumbrados. Y termine siendo Anna para todos y todas. Y. TAN TAN.

- Sip. - contestó mi pregunta, remarcando la P - Tú misma- me señaló - Le dijiste a toda la población mundial, cuando tenías como ¿4? O ¿5? Que odiabas que te llamen por tu nombre. Y... que por ninguna razón te llame así, o sino... me cortarias la lengua y me la harías comer... o me ibas a depilar las cejas.. o algo así, creo.

<<No puede ser que esté haciendo esfuerzo para recordar, con lujo y detalle, la amenaza de una niña de 4.>>

Es gracioso.
Uno tiene una imagen de una madre que se enojaria porque su hija tiene un muy, muy, mal vocabulario con 4 años.
Pero Blaine no, no le molestaría en absoluto.

Puse ojos en blanco ahorrandome una risa.

- El tiempo pasa, madre... -digo avanzando hacia la cocina - el tiempo pasa... pasa.
Me detengo bajo el umbral de la cocina, le guiño el ojo, y sigo camino.

Al decir madre noto que sus ojos se ilumiman con un brillo brillante.

<<Claaaro no iba a ser un brillo opaco. Bruta>>
Confirmado. Puedo oler mi estupidez mental a cinco km a la redonda.

- Awww me llamaste madre. ¡Que tierna ella! Me haces sentir orgullosa, cariño. Aunque es cursi para ti, Anita. Te queda, raro. - dijo, encojiendose de hombros.
Dicho eso me siguió hasta mi posición en la Isleta de la cocina.

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